Un total de 41 migrantes marroquíes en situación irregular que no pudieron viajar en la madrugada de ayer en un barco hasta Huelva abandonaron anoche el puerto de Santa Cruz de Tenerife con dirección a un hotel de Playa de las Américas (Arona), después de que fueran convencidos de que era mejor acudir al citado establecimiento, en el que ya se alojan 87 compatriotas, que pernoctar en calles de la capital, pues a medianoche se cierran la Estación Marítima y el recinto portuario. Estas personas, en general, se encuentran confusas e indecisas sobre cómo afrontar su situación a partir de ahora. Y buscan información y asesoramiento para seguir su viaje. Y es que, si quieren llegar a la Península u otro país europeo, necesitan acudir al Consulado de Marruecos, en Las Palmas, para realizar las gestiones de obtención del pasaporte. Fuentes municipales de Santa Cruz señalaron anoche que, para transportar a estas personas, Cruz Roja debió recibir permiso de la Subdelegación del Gobierno, que envió una guagua para el traslado. En el puerto santacrucero estuvo hasta la salida de dichas personas para el Sur la concejal de Acción Social de la capital, Rosario González.

Una veintena de estos migrantes acudió ayer por la mañana a las instalaciones de Cruz Roja en las cercanías del Parque de La Granja con el objetivo de pedir alimentos y asesoramiento, en la medida en que algunos llevaban muchas horas sin comer. Desde la ONG se llamó al Ayuntamiento, puesto que no tenía productos para atender esa demanda inesperada. Y personal del consistorio aportó un paquete de alimentos básicos a cada magrebí. Trabajadores sociales municipales y personal de Cruz Roja convencieron a estos ciudadanos africanos, ya por la tarde, de que la mejor opción era viajar a Las Américas y quedarse en el hotel.

Durante el trayecto desde el Puerto de Santa Cruz de Tenerife hasta las dependencias de Cruz Roja, el grupo recibió muestras de apoyo, pero también algunos insultos por parte de diversos ciudadanos. Este comportamiento xenófobo fue reflejado por un periodista de la SER, Pedro Murillo, que llegó a emocionarse en directo por el citado tipo de episodios.

Según los datos que trascendieron en la jornada de ayer, muchos de los marroquíes que se fueron en la noche del miércoles hasta el establecimiento hotelero han mostrado su voluntad de permanecer en el mismo, al menos, hasta el próximo domingo. Una incógnita que se trata de resolver desde varios ámbitos es por qué el grupo de alrededor de 150 varones se desplazó desde Las Palmas a Santa Cruz para embarcar en un barco con destino a Huelva, cuando también podían cogerlo en la capital grancanaria, sin necesidad de gastar más dinero en la ruta a Tenerife.

De todos ellos, una treintena regresó ya a Gran Canaria, supuestamente con el objetivo de realizar las gestiones para obtener el pasaporte. Este trámite supone ralentizar la salida de las islas de aquellos migrantes en situación irregular que han quedado en libertad y han salido de centros de acogida, hoteles o el campamento de Arguineguín.

Diversas alternativas

La abogada Loueila Mint explica que la obtención del citado documento en el consulado de Marruecos depende de las circunstancias de cada uno de estos migrantes, que son muy diversas. A algunos de ellos sus familiares se lo pueden enviar a Canarias por correo postal. También están los casos de aquellos que nunca lo han sacado y que ahora tendrán la oportunidad de hacerlo en el citado organismo diplomático del Reino alauí en Las Palmas. A otros se los ha retenido la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional. En estos casos, el pasaporte se solicita a la Unidad Central de Expulsiones y Repatriaciones (UCER), cuya sede está en Madrid. Si desde este último organismo se autoriza la devolución del pasaporte, estas personas podrán viajar hasta la Península sin problema alguno.

Según explicaron ayer fuentes de las compañías navieras, si no se posee tal documento, la única posibilidad para un ciudadano extracomunitario de viajar a la Península pasa por que el Gobierno del Estado emita una autorización especial para el traslado de un colectivo de migrantes de forma organizada; por ejemplo, para que vayan de un centro de acogida de Canarias hasta otro en territorio peninsular español. Este fue el caso de un grupo de unos 30 ciudadanos subsaharianos que a las 1:30 horas de la madrugada de ayer pudieron desplazarse hasta Huelva para ingresar en un recurso de Cruz Roja Española. Respecto al colectivo de migrantes marroquíes llegados de forma masiva a la capital tinerfeña el pasado miércoles, tan solo cuatro disponían del pasaporte en vigor para desplazarse en la mencionada embarcación.

La Naviera Armas ofreció al Ministerio del Interior la posibilidad de fletar un barco para trasladar a migrantes de Canarias a la Península. Esta propuesta incluye que las personas en situación irregular viajen con escolta policial y con consentimiento expreso del Gobierno a la compañía.

Ayer continuó la polémica por la presencia de unos 150 magrebíes en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, que no pudieron partir hacia Huelva al carecer de pasaporte. La diputada de CC, Ana Oramas, aseguró que Canarias no se puede convertir en un “Lesbos, Lampedusa o Moira”, porque “no es una jaula”, en referencia a los migrantes que permanecen en el muelle de Arguineguín (Mogán, Gran Canaria). Desde el Ministerio del Interior aseguraron que desde este departamento no se dio “ninguna orden” de impedir el traslado de inmigrantes desde Canarias a la Península.

Fuentes autorizadas de Fred. Olsen manifestaron ayer que los ciudadanos extracomunitarios, tanto si están en situación irregular como de forma regular en el país, pueden viajar entre las islas solo con mostrar un documento que acredite su identidad real. Sin embargo, si las mismas personas van a desplazarse desde Canarias a la Península, de forma obligatoria, necesitan un pasaporte. Este requisito se pone en conocimiento de todas las personas que compran un billete para hacer esa ruta, a las que también se las advierte de que, a la hora de embarcar, se les exigirá el citado documento, de forma obligatoria. Ayer se supo que algunos de los billetes adquiridos por los marroquíes fueron adquiridos en agencias de viaje de Gran Canaria.

Y es en este punto donde se generan las preguntas que plantea el regidor de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, quien comentó que pensaba que “España era un territorio único”, pero que la exigencia de pasaporte para viajar desde las islas a territorio peninsular es similar a si se produjera un desplazamiento desde otro país. Y se preguntó si se exige pasaporte a un inmigrante en situación irregular de cualquier procedencia para viajar desde “Murcia a Barcelona, desde Sevilla a Madrid o desde Madrid a Galicia”.

Bermúdez se muestra en contra de la exigencia del pasaporte para desplazarse a la Península y destacó la gestión eficaz desarrollada por Cruz Roja Española en este asunto.

Uno de los protagonistas del frustrado intento de viaje a Huelva desde Tenerife fue Laamari, quien en la noche del miércoles explicó: “No he comido en todo el día”. Este marroquí aseguró, junto a otros compañeros, como Abdalal, que algunos integrantes de este colectivo salieron el martes del puerto de Arguineguín en un caso de apertura de puertas que ahora se investiga para determinar de dónde partió la orden.

Laamari ya vivió años en España, en Andalucía, pero regresó a Marruecos tras la crisis del 2008. Ahora, al paralizarse la actividad económica en su país, optó por subirse en una patera para volver a España. Llegó a Gran Canaria hace más de 25 días. Otros jóvenes reconocieron que salieron hace semanas de Dajla y que algunos de ellos proceden de Al Saragna. Uno afirmó que su madre está en Murcia y otros mostraban su ilusión por llegar a Huelva o Málaga.