Pese a las dificultades, la cultura continúa trabajando arduamente para demostrar que los teatros y cines pueden ser espacios seguros. La pandemia sanitaria se lo está poniendo muy difícil a los agentes del sector, los programadores tienen que asumir riesgos que en muchas ocasiones ponen en peligro su futuro y los trabajadores afrontan momentos duros y cada vez más inciertos.

El mundo cultural no ha parado de insistir en estos meses. Se ha reinventado, ha adaptado espacios y ha cambiado su forma de presentarse frente al público. El objetivo está bien definido: hay que demostrar que es una actividad segura y que con las medidas adecuadas se pueden seguir organizando funciones y espectáculos. La reducción de aforo, el uso obligatorio de mascarillas y la distancia de seguridad son los pilares sobre los que se asientan la apertura de recintos culturales.

En muchos puntos de España, los teatros y grandes auditorios han tenido que volver a cerrar sus puertas por el repunte de casos registrado en las últimas semanas. En Tenerife, por suerte, la mayoría de los recintos siguen programando pese a la situación.

El Auditorio de Tenerife volvió a abrir sus puertas el pasado 19 de junio, tras el confinamiento y las consiguientes fases de desescalada. La Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST) fue la encargada de estrenar una nueva forma de hacer música con un formato reducido y El Titán de Mahler, el primero de una serie de cuatro programas que hubo que repetir al día siguiente ante el éxito de la convocatoria.

Aforos

Desde entonces, pero siempre con un aforo muy limitado que nunca ha superado un cuarto de su capacidad real, tanto la Sala Sinfónica como la Sala de Cámara han acogido conciertos y espectáculo de danza, música y teatro infantil. Uno de los momentos más especiales se vivió el pasado 24 de octubre con la apertura de la temporada de Ópera de Tenerife y Requiem, un espectáculo que estuvo dedicado precisamente a los fallecidos por la pandemia.

Como en casi todas las citas programadas estos meses, las entrada se agotaron. Fue una ocasión histórica: la primer vez en España que la misa de Donizetti sonaba en un espacio no religioso. Los gestores del recinto cultural dependiente del Cabildo de Tenerife aprovecharon para hacer una encuesta entre sus asistentes. El objetivo principal fue saber si se sienten seguros con las medidas implementadas en las instalaciones para salvaguardar la salud de espectadores y empleados. El resultado fue demoledor, todos los encuestados aseguraron haberse sentido seguros durante su estancia en el Auditorio. Además, el 63,33% de los asistentes valoró como “muy alta” su satisfacción durante la visita.

Los recintos culturales han conseguido eludir los brotes y lo han hecho, en gran medida, gracias a la responsabilidad de su público. Por otro lado, los gestores tampoco han escatimado esfuerzos para demostrar que eso de que la cultura es segura no se queda solo en un eslogan. Las cifras parecen acompañar esa idea y los que se han atrevido a volver a los espacios escénicos muestran su confianza. Ya en junio, la instalación cultural diseñada por Calatrava difundió otra encuesta entre sus habituales para determinar cómo y cuándo estarían dispuestos a regresar a su patio de butacas. De las 2.500 personas que entonces participaron en el estudio, más de la mitad aseguraron estar “convencidos de regresar” tan pronto como el Auditorio pudiera reabrir.

Ya desde ese momento las medidas más valoradas por los usuarios era una adecuada seguridad entre las butacas y la desinfección de los espacios antes y después de los evento. De hecho, todas las medidas implementadas le valieron al Adán Martín convertirse en el primer recinto español de su tipo en conseguir el certificado AENOR de Protocolos frente al Covid-19.

Estas garantías y el estricto cumplimiento de la normativa están consiguiendo mantener al público y atraer a nuevos espectadores. La mayoría de los espectáculos agotan las entradas disponibles en pocos días.

El tiempo ha dado la razón a los que desde junio valoraban la distancia como uno de los puntos claves para sentirse seguros. Según los datos de la encuesta realizada entre los asistentes a Requiem, se trata de una condición “muy importante” para la satisfacción del 80% del público. Otras de las acciones mejor vistas es el sistema de entrada y salida a la sala de forma escalonada (un 76,6%), el control de los aforos en espacios de uso común como los servicios o la cafetería (un 70%) o la adecuada señalización de las medidas y las indicaciones del personal de sala (70%).

El 80% de los asistentes a la histórica función de homenaje a las víctimas del Covid confirmó sentirse “muy satisfecho” con las medidas de seguridad adoptadas en el Auditorio. Otros parámetros que pasaron con nota el examen de los usuarios fue la selección del programa, la calidad general de la interpretación y la inversión de tiempo y dinero realizada.

La actividad prosigue

El Auditorio de Tenerife continúa con su programación, siempre adaptada a las circunstancias. Este sábado acogerá la fase autonómica de la nueva edición del Intercentros Melómano en la categoría de Grado Profesional. El primer clasificado de la jornada, que comienza a las 16:00 horas, será el encargado de representar a Canarias en la final nacional del certamen a celebrarse el próximo 5 de diciembre en Alicante. En estas audiciones participarán seis alumnos de los conservatorios profesionales de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria de diversas especialidades instrumentales: guitarra, oboe, saxofón y clarinete. Las intervenciones de los músicos tendrán una duración máxima de 15 minutos y el repertorio que ejecuten será de libre elección.