El Rectorado de la Universidad de La Laguna (ULL) retomará su actividad normal la próxima semana después de que ayer a mediodía abandonaran el edificio los cerca de 50 jóvenes que acampaban allí desde el pasado lunes. Este grupo accedió al inmueble a comienzos de semana pidiendo la dimisión de la rectora lagunera, Rosa María Aguilar, y permanecieron en la parte baja del edificio hasta el jueves. Ese día, una treintena de personas asaltó el inmueble y rompió la puerta de acceso para unirse así a la decena de personas que ya están ocupando el espacio universitario y continuar con sus demandas.

El gerente de la ULL, Juan Manuel Plasencia, explicó ayer que los manifestantes hicieron llegar un correo electrónico al equipo de gobierno de la Universidad en la madrugada del viernes: “Nos indicaron que querían establecer vías de negociación de forma urgente y nos plantearon una serie de peticiones que son muy similares a las que ya venían realizando y, ante eso, empezamos a organizarnos para resolver esta situación”.

El detonante de estas movilizaciones fue el incidente que se produjo la pasada semana en la Facultad de Bellas Artes, cuando la celebración de un congreso en el que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado realizaron un simulacro terminó con una carga policial y dos detenidos. El grupo de jóvenes aprovechó estos hechos para sumarlos a las quejas sobre la forma en la que se está afrontando el inicio de este año académico tan atípico y el incumplimiento de la promesa de que se reduciría el pago para las segundas matrículas a partir de septiembre y, por todo ello, han exigido la dimisión de la rectora Rosa María Aguilar.

El desalojo del inmueble se produjo sobre las 13:00 horas tras cuatro días de cierre

Todas estas quejas las hicieron llegar al equipo de gobierno de la Universidad el pasado lunes cuando organizaron una concentración que terminó con la acampada de varios jóvenes en el edificio, que ha tenido que permanecer cerrado durante estos cuatro días. Tras una semana de cierre, en la tarde del jueves el equipo rectoral planteó que el Consejo Estudiantil mediara en este conflicto y que, además, se cumplieran tres requisitos para acercar posturas: en la negociación únicamente podrían participar los alumnos de la ULL –el grupo de jóvenes que ha participado en las movilizaciones está formado por estudiantes y por otras personas que no pertenecen a la comunidad universitaria–; el Consejo Estudiantil tendrá que estar presente en las reuniones que se celebren a partir de este momento; y la primera acción que se debía llevar a cabo para comenzar cualquier acercamiento pasaba por el abandono del Rectorado.

Tras recibir estas peticiones y atendiendo a la publicación de las nuevas restricciones por parte del Gobierno de Canarias para tratar de frenar el aumento del número de casos positivos por Covid en Tenerife, los manifestantes decidieron abandonar el Rectorado sobre las 13:00 horas de ayer. Juan Manuel Plasencia destacó que el abandono del edificio se realizó “de forma pacífica” y que “lo han dejado todo muy limpio y recogido”. Por todo ello, destacó “el carácter cívico de la marcha”.

El gerente de la Universidad de La Laguna añadió que estamos “contentos y agradecidos” con la comunidad universitaria “por la paciencia que han mostrado durante todos estos días”. Y es que el edificio ha permanecido cerrado desde el pasado martes y los empleados han tenido que trabajar desde sus casas o ser redistribuidos en otros edificios de la ULL.

Mientras el equipo rectoral prepara la agenda de reuniones con los jóvenes, ultima además las acciones de limpieza y desinfección del Rectorado para que este pueda volver a abrir sus puertas. El gerente lagunero indicó ayer que durante este fin de semana y el lunes, una empresa de limpieza efectuará la higienización de los espacios ocupados durante estos días. “Esperamos que el lunes puedan terminar de adecentar el edificio para que los empleados vuelvan a sus puestos el martes y puedan trabajar de manera segura”, indicó.