La farmacéutica estadounidense Pfizer anunció ayer que su vacuna contra la Covid-19 es eficaz en un 90%, por encima de lo requerido por los reguladores estadounidenses, lo que permite augurar una rápida autorización de emergencia para su puesta a disposición del público, algo que podría suceder antes de final de este año. La noticia se ha dejado sentir en los mercados financieros de todos el mundo. Las bolsas, que abrieron al alza con la victoria de Joe Biden en las elecciones de EEUU, se dispararon con el anuncio sobre la eficacia del fármaco y BioNTech y el Ibex español ha subido el 8,57%, el mayor avance en más de diez años, impulsado por los valores del sector de viajes y el turístico y también por los bancos.

"Hemos encontrado que la vacuna es más del 90 % efectiva en la prevención de la Covid-19 en participantes sin evidencias previas de infección del SARS-CoV-2 en los primeros análisis interinos", indicó en un comunicado la farmacéutica, que es la primera empresa occidental en presentar datos de eficacia de la vacuna necesarios para su distribución.

Este es el gran hito que la Administración del presidente Donald Trump llevaba esperando desde que lanzó la llamada Operación Warp Speed (velocidad de la luz), un programa multimillonario para desarrollar en tiempo récord con el sector privado vacunas y terapias contra la Covid-19, que ha asolado EEUU, está fuera de control y ha dejado ya más de 237.000 muertes en este país.

La vacuna BNT162b2, basada en tecnología de ARN mensajero, está siendo desarrollada conjuntamente con la alemana BionNTech y ha pasado por un riguroso proceso de ensayos clínicos y un análisis de los datos preliminares de la fase 3 por parte de un comité independiente y externo que ha determinado su eficacia.

"Hoy es un gran día para la ciencia y para la humanidad. Los primeros resultados de nuestra Fase 3 de las pruebas de la vacuna de Covid-19 proveen evidencia inicial de la habilidad de nuestra vacuna de prevenir la enfermedad", indicó en un comunicado Alberto Bourla, consejero delegado de Pfizer. El alto nivel de eficacia se ha logrado siete días después de la segunda dosis, es decir 28 días después del inicio de la vacunación, que requiere dos inyecciones, aunque Pfizer y BioNTech advierten que la eficacia final podría variar a medida que avancen los estudios.

Pfizer detalló que esperan tener dos meses de datos de seguridad acumulados en la tercera semana de este mes de noviembre, con lo que podrían así satisfacer los requisitos de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, en sus siglas en inglés) para pedir la autorización de emergencia.

Una vez obtenida, la vacuna podrá ser distribuida y administrada, algo para lo que las autoridades estadounidenses han preparado planes que darán prioridad al personal sanitario, empleados esenciales, poblaciones de riesgo y a zonas con mayor ritmo de infección. "Basados en nuestras proyecciones, esperamos producir globalmente hasta 50 millones de dosis de la vacuna en 2020 y hasta 1.300 millones de dosis en 2021", señaló Pfizer.

Pese a que Trump había puesto muchas esperanzas de reelección en presentar una vacuna antes de los comicios del 3 de noviembre, los datos clínicos han llegado dos días después de que se confirmara su derrota y que su rival, el demócrata Joe Biden, será su sucesor en enero.

Biden, que ha creado un grupo de trabajo para controlar la pandemia, se apresuró ayer a reconocer este avance que es, es su opinión, "causa para la esperanza", pero no es "el final de la batalla contra la Covid-19".

Biden, cuyo equipo recibió la noticia sobre la vacuna el domingo por la noche, aseguró que esta buena nueva "no cambia la necesidad urgente" de que se siga llevando mascarilla, manteniendo la distancia social y tomando las medidas que recomiendan las autoridades sanitarias "hasta bien entrado el próximo año".

El anuncio llega un día después de que el mundo superara los 50 millones de casos acumulados de este enfermedad, que hace una año era desconocida, y que ha dejado por el momento 1,25 millones de muertos, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.

Con más de 100.000 infecciones diarias, Estados Unidos es uno de los focos más descontrolados de la enfermedad, mientras que Europa, que representa casi una cuarta parte de todos los casos registrados, ha comenzado a tomar medidas para contener la extensión con una segunda ola de cierres y contención de la actividad.

India y Latinoamérica también han sido fuertemente afectadas por la pandemia, que no da signos de remisión y para la que la única salida parece una vacuna disponible masivamente, aunque hacerla llegar a suficientes personas en todo el planeta para contenerla puede llevar años y es un desafío logístico sin precedentes.

La economía mundial se ha resentido y se espera que retroceda en más de un 5% al cierre de este año, pero la noticia de una vacuna eficaz, como se ha dicho, llevó a Wall Street a abrir ayer con una subida de más del 5% y tocar un récord histórico, pese a que las dudas persisten.

Por su parte, la Bolsa de Valores de Londres cerró ayer con una notable subida del 4,67%, su nivel más alto desde el pasado 12 de agosto, alentada también por la vacuna. El FTSE-100 -o footsie-, el índice principal en la capital británica, subió 276,27 puntos, hasta 6.186,29 enteros, mientras que el secundario FTSE-250 avanzó un 5,20%, 932,53 puntos, hasta 18.850,36 enteros.

El Ibex 35 finalizó la sesión con un alza del 8,68%, lo que ha llevado al selectivo a situarse en los 7.467 puntos enteros. Las mayores subidas las han protagonizado las empresas relacionadas con el turismo y los viajes, lideradas por Meliá (+37,08%), IAG (+26,07%), Amadeus (+15,47%), Aena (+14,89%), además de Bankinter (+19,9%), Banco Santander (+19,22%) y Banco Sabadell (+19,1%). En el lado de las caídas se han situado PharmaMar (-8,18%), Cellnex (-6,23%), Solaria (-6,15%) Endesa (-0,86%), Viscofan (-1,81%) y Siemens Gamesa (-0,97%).