La Consejería de Sanidad quiere establecer la misma forma de adquisición rápida de material a la que se acogió de manera extraordinaria durante el confinamiento y como consecuencia de la emergencia suscitada por la Covid-19 a todo el sistema de compras del Servicio Canario de la Salud (SCS). De implantarse finalmente, esta fórmula sería la que podría acabar de una vez por todas con los recurrentes expedientes de nulidad que han estado pesando sobre los procedimientos de adquisición de material del Servicio Canario de la Salud (SCS) desde hace más de seis años.

Una forma de actuación "irregular" que, durante este tiempo, han motivado más de 200 dictámenes por parte del Consejo Consultivo. En todas ellos prima el mismo objetivo: tirar de las orejas a la Consejería de Sanidad por permitir y avalar que se mantenga esta práctica y solicitar que se subsanen estos procedimientos para que cumplan con la legislación vigente.

Y es que la realidad se ha impuesto durante años a la normativa de contratación pública puesta en marcha para evitar el fraude fiscal. La Consejería de Sanidad defiende la actuación irregular de los gerentes de los hospitales de toda Canarias en este sentido durante más de un lustro, amparándose en que las condiciones técnicas de la enrevesada Ley de Contratos Públicos no se adaptan a las necesidades urgentes imperantes en el trabajo diario del servicio, ya sea la compra del un fármaco o de un lote de guantes para el personal. Sin embargo, el consultivo es contundente en sus recurrentes dictámenes: esta forma de proceder imperante es irregular.

En dos últimos informes publicados en el mismo sentido, y que adelantó Mírame Televisión, el Consultivo afirma haber comprobado que el SCS se está proveyendo de medicamentos y otros materiales sanitarios dirigiéndose "directamente a las empresas suministradoras" y "solicitándoles la provisión de aquellos", siempre alegando urgencia pero sin mediar ningún procedimiento de contratación pública, "ni el de urgencia, ni el de emergencia". Además, los letrados del órgano de consulta advierten que, a pesar de haber recordado y exigido en innumerables ocasiones las pautas procedimentales legales, la consejería de Sanidad, "continúa realizando contrataciones" haciendo caso omiso al Consultivo.

Vínculo contractual

Al haberse ejecutado esta fórmula repetidamente durante años según el Consejo Consultivo se ha acabado estableciendo "un auténtico vínculo contractual" entre el SCS y la empresa que, sin embargo, no llega a formalizarse "conforme exige la legislación de contratos públicos", lo que da pie a que aparezca "la figura de contrato verbal". Saltándose el proceder legal de manera consciente, el Servicio Canario de la Salud lo ha venido validando a posteriori para poder darle visos legales. Se realiza a través de la revisión de oficio que, normalmente se ratifica en el seno del Consejo de Gobierno. Para el Consejo Consultivo, utilizar esta vía supone "validar globalmente un sistema de contratación desconocedor del principio de libre competencia" que puede provocar "una grave lesión de los intereses de unos terceros a quienes se privó de su derecho a participar en la licitación".

Esta forma de actuar se ha venido dando de manera reiterada por diferentes gerentes y consejeros durante seis años, por lo que el Consejo Consultivo advierte de que "también choca con el imperativo de excepcionalidad propio del instituto revisor, y también así se utiliza inadecuadamente la revisión de oficio".

Una adaptación legal

La Consejería de Sanidad, ante las exigencias y reclamaciones de estos últimos informes publicado, afirmó ser consciente de que es necesario adaptar la Ley de Contratos del Sector Público a las idiosincrasias propias de la Administración sanitaria. En este sentido, los procedimientos utilizados en la emergencia sanitaria por Covid-19 parecen haber abierto una puerta que permita dar punto y final a este problema histórico que arrastra la Administración canaria. Y es que, durante la época más dura de la pandemia en primavera, y bajo un mercado totalmente desabastecido, la Consejería de Sanidad acudió a un precepto que contempla la propia Ley de Contratos Públicos denominado Sistema Dinámico de Adquisición.

A través de esta fórmula el Servicio Canario de la Salud pudo adquirir material más necesario en ese momento -especialmente guantes, mascarillas y respiradores- de manera ágil ya que le permitía contactar de manera directa con los proveedores sanitarios e incluso abrir cauces con nuevos mercados. Esta herramienta de contratación flexible y legal permitió al Servicio Canario de Salud contar con recursos suficientes para sus trabajadores y hacerlo de manera rápida en un momento clave que requería rapidez en medio de un mercado exhausto por la demanda internacional.