Las diferencias de casos diagnosticados entre Tenerife y Gran Canaria durante la primera ola de Covid-19 es aún a día de hoy un misterio. Expertos de toda Canarias han teorizado sobre las posibilidades que pudieron haber influido en esta circunstancia y que van desde la diferencia de capacidad diagnóstica entre las islas hasta la mayor cantidad de población italoparlante asentada en Tenerife. El portavoz del Comité de Expertos, Lluis Serra-Majem, sin embargo, ha defendido y concluido que la celebración del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife -al igual que cualquier otro evento multitudinario que se hubiera realizado en esos momentos- ayudó a expandir el virus por la población tinerfeña, mientras que su cancelación en Gran Canaria la frenó.

Entre ambos escenarios tuvo protagonismo la supercalima del 22 y el 23 de febrero, que, aunque no ayudó a disipar el virus, sí que obligó a realizar "pequeños aislamientos domiciliarios", que pudieron tener algo que ver con un freno en la expansión del coronavirus durante ese momento de "pleno auge" de la pandemia. Cabe recordar que, tan solo un día después, el 24 de febrero, se declaró el primer caso conocido de coronavirus en la isla de Tenerife por un ciudadano italiano que estaba pasando las vacaciones en la isla.

"La cancelación de las celebraciones de carnaval debido a la tempestad de arena en las Islas Canarias parece que contribuyó de manera diferente a la reducción de la incidencia de SARS-CoV-2 en Tenerife y Gran Canaria". Esta conclusión ha sido publicada en la revista científica Gaceta Sanitaria, la onceava con más impacto de España, pero que, aún así, es un 65% menos relevante que la publicación a la que se envió para su revisión en primera instancia: International Journal of Environmental Research and Public Health. Según Serra fue la filtración del estudio a los medios de comunicación canarios durante su fase de revisión lo que provocó que finalmente no se publicara. "La revista no aprueba que los datos aparezcan publicados antes de su revisión", afirmó Serra.

"Sigue siendo una hipótesis", precisó el investigador, que admitió que el trabajo adolece de ciertos datos que ayudarían a ratificar esta premisa como un análisis filogenético del virus, que podría haber dado una visión más amplia sobre cómo entró y se dispersó el virus por la comunidad canaria. "El tema era investigar las variables que manejábamos en ese momento", remarcó el portavoz, y entre ellas se encuentran datos de contaminación atmosférica, número de vuelos comerciales cancelados, cantidad de vehículos y personas que entraron en Santa Cruz el día que se celebró el Carnaval de Día (23 de febrero), número de casos confirmados e incidencias acumuladas en la capital tinerfeña y la grancanaria a 1 de abril de 2020.

La investigadora principal de este artículo es la doctoranda Laura Tomaino, del departamento de Ciencias Clínicas y Comunitarias de la Universidad de Milán, en Italia, que ha tutorizado durante este tiempo el propio Lluis Serra. Su línea de investigación está más asociada a algunas enfermedades que tienen origen en la nutrición sí como el potencial de distintas dietas. Tomaino también ha colaborado en un artículo sobre contaminación del aire. "No es la línea de investigación de su tesis", admitió Serra, que detalló que este artículo que firma como autora principal es "una actividad aparte dentro de su formación".

En el artículo, titulado Impacto de una tormenta de arena y de los carnavales en la diseminación del SARS-CoV-2 en Tenerife y Gran Canaria, también aparecen como firmantes principales Jaime Pinilla y Patricia Barber-Pérez, del grupo de análisis de la Covid-19, Covidcan, asociada a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC); Silvia Rodríguez-Mireles, del servicio de admisiones del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín y miembro de Covidcan; la economista Beatriz González López-Varcárcel y el epidemiólogo Antonio Sierra, ambos miembros del comité de expertos de Canarias; Carlo La Vecchia, un epidemiólogo italiano cuya línea de investigación se basa en el impacto de malos hábitos asociados a ciertas enfermedades, y Lluis Serra-Majem, el epidemiólogo de la ULPGC que, aparte de ser el portavoz del comité de expertos, trabaja en una línea de investigación enfocada a la nutrición y la dieta mediterránea.

El artículo publicado en Gaceta Sanitaria matiza algunas consideraciones que se habían tenido en cuenta durante la elaboración de este artículo que sí aparecían en el documento que se envió al International Journal of Environmental Research and Public Health y que se filtraron hace unos meses a la prensa . En este primer artículo en revisión, solo se consideraba la "peor calima de los últimos 40 años" como el evento que pudo modificar la expansión del coronavirus en ambas islas. Sin embargo, en esta última revisión se añade que también puede haber tenido que ver los diferentes orígenes y flujos de turistas que en esos momentos visitaban Tenerife y Gran Canaria. "Este estudio nos ayuda a estudiar la propagación del virus en la que influyeron múltiples variables", admitió Serra. Tampoco aparecen en esta última versión los nombres de dos expertos vinculados a la Consejería de Sanidad: Domingo Núñez, jefe de epidemiología del Servicio Canario de la Salud y Octavio Jiménez, director general de programas asistenciales del SCS. Ambos, según ratificó Serra, solicitaron ser excluidos de la publicación, aunque no entró en detalles de las razones.

Una hipótesis más se une a una batería de ellas para tratar de esclarecer qué provocó que Tenerife liderara los contagios durante la primera ola. Como señaló en su momento el exconsejero de Sanidad, Julio Pérez, se debe hacer un análisis "tremendamente complejo" para el que se requieren muchos más datos.