El lunes está previsto que en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife comience un juicio contra un joven que hace más de dos años entró en la vivienda de sus vecinos e intentó matarlos a martillazos en el municipio de El Rosario. Los hechos ocurrieron el 21 de mayo del 2018, cuando el ahora acusado atacó a las víctimas, un hombre y una mujer, cuando estaban durmiendo con la intención de acabar con sus vidas en el interior de un domicilio en la localidad de Tabaiba. El Ministerio Fiscal solicita para el encausado un total de 14 años de prisión por los delitos de asesinato en grado de tentativa e intento de homicidio.

El hombre, al que le constan antecedentes penales no computables a efectos de este caso, residía en la casa de su madre y la pareja de esta. Esta circunstancia se produjo después de haber cumplido una orden de alejamiento previa, según consta en el escrito elaborado por el fiscal. Poco antes de las tres de la madrugada, el individuo, que en aquel momento tenía 28 años, cogió un martillo de tipo maza en su vivienda y se introdujo en el domicilio contiguo. A través de la terraza, subió hasta el dormitorio en el que estaba durmiendo un hombre y una mujer.

Después de encender la luz de la habitación, el ahora acusado, "con el claro ánimo de terminar con la vida" de los moradores, le asestó con el martillo golpes en la cabeza a la mujer, sin que esta pudiera defenderse. Ante la gravedad de la situación, el varón se despertó y el ahora acusado también se dirigió hacia el mismo. Y volvió a utilizar el martillo para causarle lesiones tanto en la cabeza como en la espalda, según consta en el escrito del Ministerio Público. Entre ambos varones se produjo un forcejeo durante varios minutos, hasta que el afectado por los golpes pudo quitarle el martillo y reducirlo, según la información que consta en las diligencias. Después, el presunto agresor abandonó el apartamento y se dirigió hacia la vivienda de su madre. En ese inmueble fue detenido por parte de una patrulla de la Guardia Civil destinada en el puesto de Santa Cruz de Tenerife que se desplazó hasta la localidad de Tabaiba.

La mujer fue atendida por personal sanitario de una ambulancia de soporte vital básico del Servicio de Urgencias Canario (SUC), que la trasladó hasta un centro hospitalario. Esta persona sufrió una herida inciso contusa en la zona parietal izquierda y ortorragia izquierda. En el citado recurso sanitario se le hizo un TAC, gracias al cual se apreció que tenía hemorragia subaracnoidea, por lo que llegó a ser valorada por el servicio de Neurocirugía. Después de 24 horas en observación con tratamiento sintomático, se le dio el alta.

Sin embargo, el periodo total de curación fue de 100 días, en los que tuvo un perjuicio personal por pérdida de calidad de vida moderados, que le impedían hacer gran parte de sus actividades de desarrollo personal. No obstante, a esta ciudadana no le quedaron secuelas.

En prisión provisional

El joven está en prisión provisional por estos hechos desde el 22 de mayo del 2018. Según el informe psicológico y médico forense, el ahora acusado tiene antecedentes de trastorno de ansiedad y trastorno por consumo de sustancias estupefacientes. Dichos expertos indican que no existen datos fiables de que el mismo estuviera bajo los efectos de una intoxicación plena o sufriera un trastorno mental con efectos en sus capacidades de conocimiento y voluntad en el momento de la mencionada agresión.

Para el joven, el representante de la Fiscalía solicita 8 años de prisión por asesinato en grado de tentativa sobre la mujer y otros seis años de cárcel por intento de homicidio al hombre herido. Además, pide la prohibición de que se acerque y se comunique con la vecina a menos de 300 metros durante 10 años, así como un alejamiento del varón afectado de 300 metros durante ocho años. Para el ciudadano lesionado, el Ministerio Público reclama 745 euros por las lesiones provocadas y 5.000 por los daños morales. En el caso de la mujer, la Fiscalía solicita 10.025 euros por las heridas y 6.000 euros por los perjuicios morales.