La consejera de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud, Noemí Santana, reconoció ayer que su departamento ha podido cometer errores al aplicar el mismo protocolo a las personas en residencias de mayores o en las residencias con discapacidad.

"Siempre se ha actuado pensando en lo mejor para la salud, pero esta pandemia es nueva para todos, estamos aprendiendo mucho" y se trata de adaptar los protocolos a las necesidades de los residentes, señaló Santana en comisión parlamentaria ante las críticas del diputado de CC-PNC Jesús Machín.

"No se puede aplicar el mismo protocolo a personas con capacidades y necesidades diferentes. No todos asumen los cambios igual", le reprochó Machín, y así como para el conjunto de la sociedad las restricciones van cambiando en cada fase no ocurre lo mismo en las residencias, añadió el parlamentario del grupo Nacionalista.

Pernoctar con las familias

Las personas con discapacidad, por ejemplo, no son necesariamente personas de más riesgo que el resto, pero aunque tengan un PCR negativo se les aísla 14 días cuando ingresan en la residencia, o no se les deja pernoctar nunca con sus familias a pesar de que pueden ir a sus casas durante el día, apuntó.

Otros diputados como la representante del PSOE, Teresa Cruz, pusieron de relieve que las restricciones han impedido a muchas personas con discapacidad en residencias recibir los tratamientos médicos necesarios ajenos a la Covid-19.

Santana recordó que en mayo, de acuerdo con Sanidad, se permitieron las visitas en centros de mayores y de discapacidad con medidas y protocolos comunes, pero más adelante se fueron detectando situaciones que llevaron a distinguir mejor las distintas circunstancias que se dan en los centros residenciales para personas con discapacidad. Esas mejoras quedaron reflejadas en una nueva orden de la Consejería con fecha 25 de julio.