Una tromba de agua sorprendió a los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria y Arucas en la tarde de ayer, dejando calle y locales anegados, además de atrapar a personas en ascensores. Las primeras grandes lluvias del otoño dejaron hasta anoche 45,4 litros por metro cuadrado en la plaza de La Feria de la capital hasta anoche, y otros 33,4 litros en la localidad norteña, como máximas precipitaciones en el conjunto del Archipiélago, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Y anoche persistía, regando muchos puntos de la geografía insular.

La lluvia cubrió muchas calles de la capital en apenas una hora. Las precipitaciones se presentaron casi de forma inesperada, llegando a ser muy intensa en algunos momentos.

Las escenas se repetían en muchos rincones. La calle León y Castillo y Luis Doreste Silva, en las proximidades del Parque San Telmo, fueron algunas de las más afectadas. La red de recogida de aguas pluviales no fue capaz de atrapar el volumen de agua en algunos tramos, llegando a cubrir la calzada de lado a lado. Esto propició que la riada se metiera en tiendas. Y otros negocios tuvieron que poner barreras improvisadas en las puertas para impedir que pasara lo mismo.

El personal municipal de Limpieza de la capital trabajaba ya anoche con barredoras de calzada y baldeadoras en esta zona con sus transversales, para achicar el agua y dejar limpias las vías. Estaba previsto que su labor continuara durante esta pasada noche.

Los bomberos de la capital tuvieron que intervenir en la calle Jesús Ferrer Jimeno, por la caída de un muro lateral del interior de un garaje.

La red de alcantarillado de Olof Palme también se vio sobrepasado por el río de agua, haciendo saltar alcantarillas y dejando luego un reguero de mal olor y restos de basura en los alrededores. Esta imagen se repitió en la zona de Arenales, y en otros muchos puntos de la ciudad, que no estaba preparada para esta lluvia de finales de octubre.

En este sentido, las obras que se llevan a cabo en la plaza de España propiciaron que la zona se quedará convertida en una piscina, con mucho barro.

Un muro presentaba el peligro de caerse en la citada calle Pamochamoso con Luis Doreste Silva, al quedar al descubierto la cimentación, por lo que técnicos municipales estaban anoche revisándolo para evitar un accidente.

También el exterior del Parque Romano, en la zona baja de la ciudad, se transformó en algunos puntos en una piscina, que dificultaba el paso de los vehículos.

Los bomberos también tuvieron que auxiliar a una persona que se había quedado dentro de un garaje, al que se le había metido agua.

Las Canteras volvió a ser también el punto final de un enorme caudal de agua de barranco de La Ballena y de la zona alta de la ciudad.

Sin embargo, los problemas se repitieron en distinta medida en otros barrios de la ciudad.

El teléfono de Emergencias 112 reconocía que estaba recibiendo numerosas llamadas en Las Palmas de Gran Canaria y de Arucas, que fueron las zonas más afectadas por las precipitaciones, aunque sin informar anoche del número de actuaciones.

Si el martes las grandes precipitaciones se habían delimitado especialmente en la provincia de Santa Cruz de Tenerife (La Palma y Tenerife, sobre todo), en esta ocasión los mayores registros fueron en Gran Canaria. Y, sobre todo, porque cayeron en menos de dos horas, si bien continuó regando de una forma más moderada en las horas posteriores con la llegada de la noche.

La Agencias Estatal de Meteorología (Aemet) descarta la aparición de nuevos fenómenos significativos para la jornada de hoy en Canarias, pero prevé más lluvias.

La previsión habla para la primera mitad del día de intervalos nubosos con lluvias débiles ocasionales y dispersas en el norte de las islas de mayor relieve. Y nuboso con precipitaciones en el este de Tenerife y Gran Canaria de madrugada.

En la segunda mitad de la jornada será de poco nuboso en general, excepto por el desarrollo de nubosidad en el interior sur de las islas de mayor relieve, que podrá dejar algunas precipitaciones significativas. Temperaturas con pocos cambios o en ligero descenso.

La temperatura en la capital oscilará entre los 19 y los 24 grados de máxima. El agua dejó numerosos contratiempos en buena parte de la capital. Arriba, una riada anegó la calle León y Castillo, que quedó cubierta por una piscina que afectó a muchos establecimientos comerciales. Debajo, distintas secuencias de las proximidades del Parque Romano, una tapa de la alcantarilla que saltó en Olof Palme, y la plaza de España (de la Victoria), que quedó enfangada.