Juan Carlos Afonso Barrera ha sido condenado a una pena de 25 años de prisión por el asesinato con alevosía y ensañamiento de su pareja, María Soledad Bobet, que murió quemada en el interior de su vehículo el 16 de enero del 2019 en el Camino Fuente Cañizares, cerca del estadio La Manzanilla, en La Laguna.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso eldia.es, el condenado deberá además cumplir 10 años más de libertad vigilada una vez que cumpla con la condena de privación de libertad. Asimismo, el magistrado presidente del tribunal del jurado que lo halló culpable por unanimidad, le ha impuesto en concepto de responsabilidad civil el pago de una indemnización de 120.000 euros para M.A.S.G. y 60.000 euros para cada uno de los dos hermanos de la víctima, así como deberá abonar 6.500 euros para los herederos o el hermano de Soledad, propietario del vehículo que incendió el condenado.

Durante la vista oral, el fiscal delegado de Violencia de Género, José Luis Sánchez Jáuregui, reclamó para el acusado un total de 28 años de prisión, por los delitos de asesinato, daños materiales y maltrato animal. El representante del Ministerio Público consideró que Afonso Barrera iba en el coche de María Soledad, en el asiento del copiloto. Y, en el lugar de los hechos, roció a la víctima con gasolina y le prendió fuego. Fue un ataque en el que también resultó herido de gravedad el acusado.

El abogado de la acusación particular, José Luis Gutiérrez, aseguró que Juan Carlos Afonso Barrera "se tomó a mal" que la mujer hubiera iniciado una nueva relación sentimental en noviembre del 2018. Días antes de que ocurrieran los hechos, el domingo 13 de enero del 2019, Juan Carlos Afonso acudió a la vivienda de Marisol Bobet, en Santa Úrsula, y le pidió que le cuidara a su perro, ya que él tenía que trabajar durante unas jornadas.

Según el letrado de la familia de la víctima, Afonso Barrera no esperó en La Laguna a que Marisol le llevara su can, sino que fue en una guagua de Titsa hasta Santa Úrsula y se personó en la casa de la víctima. Allí, le pidió a la mujer que, en vez de llevar al animal, lo llevara a él y al perro hasta su domicilio, en Barrio Nuevo.

El letrado de la acusación recordó que Marisol se convirtió en "una antorcha humana", después de que el acusado presuntamente la rociara con gasolina y le prendiera fuego. Y destacó que, mientras su expareja se quemaba, él salió del Dacia Sandero en el que se encontraba la víctima y cerró la puerta, para después huir del lugar.

Aunque Marisol no pudo ni quitarse el cinturón de seguridad, llegó a sacar una pierna del vehículo y movió los brazos para intentar zafarse de la trampa mortal. Algunas personas que estaban por el lugar en el que se encontraba el coche en llamas intentaron ayudar, pero no pudieron hacer nada por sacarla del automóvil.

El abogado de la familia de la víctima también advirtió de que Juan Carlos Afonso Barrera no quiso declarar ante la Policía Nacional, ni ante el Juzgado de Instrucción que llevó el asunto en el inicio de las investigaciones ni en el año y medio que hasta la celebración del juicio ha estado ingresado en la prisión Tenerife II.