Yo, la oficial comandante en jefe Picard, hace casi diecisiete años que comencé el viaje. Tras muchas aventuras en mi fase de alférez, hace unos años ingresé en la academia de la Federación Unida de Planetas. En ese momento me concedieron el honor de tripular mi propia nave Enterprise-D con la nueva generación(1) como tripulación. Estos colegas me ayudan a impulsarnos cada vez más rápido con sus ideas, trabajo y pericia.

Una parte esencial de ser la oficial comandante es la de instruir a nuevos alférez. Lo primero que hago con ellos es un viaje de bautizo. La última de mis alférez en hacer este viaje fue la consejera Deanne Troi. Deanne es una Betazoide(2) que posee habilidades telepáticas con las que conecta con la psique de seres del Universo. Su ayuda ha sido vital para entrar en las mentes de colegas y oponentes para que trabajemos todos por un bien común. En esa ocasión, nos acercamos al núcleo de una galaxia con el propósito de que conociera de primera mano las regiones que teníamos que atravesar para adentrarnos en uno de ellos. Escogí la galaxia NGC1052 porque todas las bitácoras de navegación decían que poseía un núcleo tranquilo donde un aprendiz podía adentrarse sin peligro. No todos son así y, a grandes rasgos, los que navegamos en los centros de las galaxias los dividimos en tranquilos e intranquilos. Los intranquilos son mucho más complejos y peligrosos así que prefiero dejarlos para navegantes con condecoraciones.

Llegamos a los bordes de NGC1052 sin contratiempos y recorrimos unos 4000 años-luz para alcanzar las partes más internas de la galaxia. Fue entonces cuando encontramos nubes gigantescas, mucho mayores que nuestra propia nave, viajando hacia las partes exteriores de la galaxia expulsadas por un monstruo cuyo peso es millones de veces el del Sol (conocido como agujero negro). El monstruo crea un remolino de materia alrededor de él (conocido como disco) con el único propósito de alimentarse. Sin embargo, es tanta la energía irradiada por el disco, que expulsa nubes que alcanzan las partes más externas de la galaxia. Conforme nos adentrábamos, estas nubes se movían más rápidamente, siendo más densas y pequeñas. Esto sucede en otros núcleos intranquilos pero no había bitácoras que mostraran que el objeto NGC1052, en principio apacible, también posee estas nubes.

El truco para sobrevivir a este ataque es dirigirse rápidamente hacia el plano del disco… y así lo hicimos. En las partes externas del disco encontramos nubes de gas y polvo que giran lentamente en torno a él. Allí nos metimos en una de estas nubes, apagamos motores y dejamos que la inercia nos depositara lentamente en el disco. En ese momento comenzaron de nuevo las dificultades. Navegamos por el disco a través de una fuerte tormenta que nos arrastró a la deriva varias horas mientras mi recién estrenada consejera Deanne tomaba anotaciones en su bitácora. Deanne se emocionó tanto por lo encontrado que ahora hacemos incursiones en otras galaxias con núcleos tranquilos para comprobar si también se parecen a otros núcleos del Universo.

Una de las piezas fundamentales de mi equipo de navegación es la androide Data(3), que actualmente es mi segunda oficial. Está dotada de un cerebro positrónico que le permite tener una mente analítica pero que encuentra a los humanos difíciles de entender. Su capacidad de análisis ha sido crítica en diversos viajes. En uno de ellos nos preocupamos de explorar el gas y polvo del núcleo intranquilo de la galaxia IC5063. Fuimos capaces de explorar en detalle las nubes de esta galaxia, saltando de una a otra durante largo tiempo. Fue así como descubrimos que allá donde está el gas, también está el polvo formando una única estructura. En el último viaje que hicimos juntas, Data me sugirió poner la nave fuera de las nubes de polvo en las que solemos viajar al disco. Yo estaba convencida de que caeríamos al disco sin sustento. Sin embargo, las nubes de polvo y gas estaban rodeadas de un medio gaseoso que debe de ser crucial para entender cómo funcionan los centros de las galaxias. La bitácora en la que anotamos esta aventura será sin duda leída por muchas generaciones. Yo, por mi parte, estoy orgullosa de haber formado a alguien capaz de estas proezas.

Data ya ha aprendido todo de mí y pronto buscará otras naves. Continuaré mis aventuras con la consejera Deanne, el alférez Wesley (que cree que algo anda mal en la galaxia NGC1068) y el timonel La Forge (que se encuentra en periodo de instrucción pero ya navega por las nubes de polvo más alejadas de los núcleos). Entre tanto, solo puedo sentirme afortunada por el camino recorrido.

-Tributo a la serie de televisión Star Trek por despertar interés en la ciencia espacial.

1 “Star Trek: La nueva generación” es la segunda version de la serie Star Trek producida en la década de los noventa.

2 Los Betazoides son los habitantes del planeta Betazed del Universo de Star Trek.

3 Data es uno de los protagonistas de “Star Trek: la nueva generación”.

(*) Omaira González Martín nació en Lanzarote en 1981. Estudió la Licenciatura en Física en la Universidad de La Laguna y realizó su tesis doctoral en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (Granada) sobre núcleos activos de galaxias de baja luminosidad. Después trabajó un año en la Universidad de Leicester (Reino Unido), dos años en la Universidad de Creta (Grecia) y cuatro años en el Instituto de Astrofísica de Canarias. Desde 2014 es personal en plantilla del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Sección coordinada por Adriana de Lorenzo-Cáceres Rodríguez