Dos horas y 20 minutos fueron más que suficientes para que Santa Cruz de Tenerife se estremeciera bajo una intensa lluvia. Entre las 10:20 y las 12:40 horas del pasado 19 de octubre del 2014 cayeron solo en la capital tinerfeña 140 litros de agua por metro cuadrado, una gran tromba que se llevó por delante la vida de una mujer de 56 años en la avenida de Venezuela, dejó dos heridos en el muelle santacrucero y provocó numerosos daños materiales en los barrios del área metropolitana de Tenerife.

Un día como hoy de hace seis años, los tinerfeños se acostaron con un aviso amarillo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por fuertes lluvias -las previsiones iniciales indicaban que podrían llegar a registrarse unos 60 litros de agua- pero, a medida que avanzaba la madrugada, la situación meteorológica empeoró tanto que se aumentó el aviso a naranja. ¿El motivo? Una tormenta eléctrica que comenzó a iluminar los cielos a las cuatro de la madrugada y que descargó más de 6.500 rayos en la provincia tinerfeña. Un preludio de lo que vendría acontinuación.

Una vida perdida. Ángeles Luis Ravelo, trabajadora del Ayuntamiento de El Rosario, falleció arrastrada por la corriente en la avenida Venezuela de Santa Cruz de Tenerife y quedó atrapada debajo de un vehículo. Pese a que los servicios de emergencia que acudieron al lugar trataron de ayudarla, murió tras sufrir un infarto.

Heridos por un rayo. La tormenta eléctrica arracó a las cuatro de la madrugada y no paró hasta las dos de la tarde. En ese intervalo de tiempo, dos personas resultaron heridas después de que un rayo alcanzara la embarcación en la que se encontraban en el puerto santacrucero.

Daños materiales. San Andrés fue una de las zonas más afectadas por la riada con 15 vehículos y 20 viviendas inundadas pero las fuertes precipitaciones también anegaron los tres túneles de acceso a la capital: el de Tres de Mayo, el del Recinto Ferial y el de la Vía Litoral, que se llevó la peor parte, provocaron destrozos en Anaga y obligaron a cancelar el transporte debido a que las carreteras se habían convertido en auténticos ríos. El Hospital Universitario de Canarias tampoco se libró de los efectos de una borrasca que dejó sin suministro eléctrico en algún momento de aquel 19 de octubre a total de 4.000 personas.

Un recuerdo. "Recuerdo aquel día. En algunas zonas se llegaron a recoger unos 140 litros por metro cuadrado, afectó a la avenida de Venezuela, donde tengo que lamentar el fallecimiento de una vecina, pero también afectó a otras zonas como San Andrés, donde el barracó se desbordó y volvió a inundar todo el pueblo, María Jiménez o Valle Brosco", rememora el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, el nacionalista José Manuel Bermúdez quien también destaca la parte menos mala de aquella inundación. "Invertimos 18 millones de euros que permitieron resolver muchos de los puntos negros que teníamos en la ciudad", afirma.

"También recuerdo y lo hago con especial cariño, el trabajo de todos los trabajadores del Ayuntamiento", comenta Bermúdez para añadir: "Fue una jornada muy difícil en la que estuvo a mi lado el anterior presidente del Cabildo de Tenerife y en la que solo recibí una llamada de Gibraltar para arriba para interesarse por la situación en la que se encontraba Santa Cruz de Tenerife. La persona que me llamó fue el rey Felipe VI y es un gesto que agradecí muchísimo porque del Gobierno de España nadie llamó".