El Tribunal del Jurado declaró culpable a Juan Carlos Afonso Barrera del asesinato de su expareja, María Soledad Bobet, en enero del 2019 durante un incendio en el coche de la víctima en La Laguna. Así se anunció en la tarde-noche de ayer durante la lectura del veredicto en la Sección V de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

Los miembros del Jurado consideran probado por unanimidad que la tarde de los hechos, el 16 de enero del 2019, el acusado circulaba con la víctima en el coche de esta última desde el municipio de Santa Úrsula hasta La Laguna. Y, al llegar a las proximidades del campo de fútbol anexo al estadio La Manzanilla, el citado individuo, vecino de Barrio Nuevo, roció con gasolina a la mujer y después encendió el fuego que resultó letal para la mujer de 47 años, natural de la capital tinerfeña y que residía en Santa Úrsula, junto a su madre.

La rapidez y el factor sorpresa con los que actuó el individuo impidieron que Marisol tuviera opción de escapar y, al convertirse en una "antorcha humana", murió entre grandes dolores y un sufrimiento terrible, según confirmaron los médicos forenses durante la tercera jornada del juicio.

Ante el citado veredicto, el fiscal delegado de Violencia de Género en Santa Cruz de Tenerife, José Luis Sánchez-Jáuregui, solicitó una condena de prisión de 28 años, por los delitos de asesinato con alevosía y ensañamiento, daños materiales y maltrato animal. Además, el Ministerio Público reclamó una indemnización de 120.000 euros para la madre de la víctima, así como 60.000 euros para cada uno de los hermanos. También ha sido condenado a abonar el valor del vehículo quemado, unos 6.500 euros.

Los letrados de la acusación particular, José Luis y Francisca Gutiérrez, así como la abogada del Instituto Canario de Igualdad (ICI) reclamaron para el acusado 25 años de cárcel por los delitos de asesinato con las agravantes de alevosía, ensañamiento y de género, dos años más por daños materiales y 18 meses por el maltrato animal. La abogada de la defensa solicitó para Juan Carlos Afonso la menor pena posible en cada uno de los referidos tres delitos.

La unanimidad del Tribunal del Jurado se aplicó en cada uno de las tres infracciones penales juzgadas. La Fiscalía, la acusación particular y la acusación popular consideraron que el detonante del asesinato de María Soledad Bobet es que esta mujer había iniciado una nueva relación sentimental, después de que hubiera dejado de ser pareja de Juan Carlos Afonso.

Sin embargo, a pesar de que Marisol y el vecino de Barrio Nuevo, en La Laguna, ya no eran novios, el citado varón siempre trató de no perder el contacto personal con ella. Y para ello utilizó la figura de una mascota, un perro llamado Rocky. El motivo es que María Soledad Bobet era una apasionada del cuidado de los animales y era conocida en varios colectivos por esa faceta. Como en muchas ocasiones el acusado se quejaba de su falta de dinero, para comer, beber y alimentar a la citada mascota, la víctima era la persona que le facilitaba dinero para que cubriera todas esas necesidades. Y, de paso, en ocasiones quedaba con Juan Carlos Afonso para pasear juntos a Rocky y al can de Marisol, que pertenecían a la misma camada.

Ayer, en la presentación de las conclusiones finales, los abogados de la familia de la mujer asesinada afirmaron que Marisol no hubiera perdido la vida a manos de su expareja si Rocky no hubiera existido. Si la excusa para acercarse a Marisol el 16 de enero del 2019 fue la mascota, una botella de gasolina y un mechero hicieron el resto.