Usted es la cuarta persona que se pone al frente del Servicio Canario de la Salud en un año y medio, ¿qué aporta que no aportaron sus predecesores?

No voy a valorar lo que pudieron aportar mis predecesores. Creo que cuando el consejero -del área de Sanidad, Blas Trujillo- me plantea la posibilidad de volver al Servicio Canario de la Salud (SCS) lo hace poniendo en valor el conocimiento que tengo del departamento. Soy funcionario del propio SCS desde el año 99. Creo que el conocimiento de la casa es de los pocos valores que puedo tener.

¿Qué retos se marca llevando el timón de esta crisis sanitaria sin precedentes?

Por un lado, prestar todos los servicios necesarios para hacer frente al Covid, prevenir los contagios e intentar que la pandemia no afecte a la salud de la población y de la economía. Y, por otro, intentar resolver los problemas estructurales que tiene el SCS, relacionados con las ofertas públicas de empleo, la alta temporalidad o la aplicación de la telemedicina. De las pocas cosas buenas que ha dejado esta crisis sanitaria es que se le ha dado un impulso a la asistencia a través de la telemedicina, que ha venido para quedarse.

¿Qué medidas van a tomar desde el SCS para evitar una nueva oleada de contagios?

Vamos a seguir actuando desde el rigor científico. Los datos han ido mejorando, pero no podemos bajar la guardia. Hay que seguir con las medidas de prevención. Desde el punto de vista de la gestión, lo que hacemos es diagnosticar los casos, rastrearlos activamente y hacer las PCR lo más rápido posible. Esta misma semana vamos a cerrar acuerdos para tener un arca de Noé en cada una de las islas capitalinas, con capacidad para más de 150 personas. No es solo para quienes no pueden pasar la cuarentena en sus domicilios, sino también para los profesionales del SCS que no quieran regresar a sus casas por el riesgo que pueda suponer. Se instalarán en hoteles y estarán operativas en los próximos diez días.

Los profesionales de Atención Primaria están desbordados, ¿llegarán refuerzos?

La Atención Primaria es una de las claves del sistema sanitario público. Lo ha sido siempre y con la pandemia ha salido a la palestra que es lo más importante, junto con la Salud Pública, dentro del sistema sanitario. Para el corto plazo, estamos intentando captar a más profesionales de Medicina de Familia e incrementando las plazas de MIR, para formar a más profesionales y luego intentar que se queden con nosotros. También se ha planteado la posibilidad de, quienes puedan, hacer turnos especiales que se les van a retribuir de una manera eficiente. Pero, sobre todo, hay que trabajar a medio y largo plazo para hacerla más resolutiva, dotarla del personal adecuado y mejores infraestructuras.

¿El problema está en la falta de personal?

La falta de personal es uno de los grandes problemas, pero no es el único.

¿Canarias podría volver a quedarse desabastecida de material sanitario?

Cuando terminó la primera ola, el SCS se puso manos a la obra para tener una reserva estratégica. Siempre que hay un pico de casos, al ser un problema global, hay tensiones con los proveedores. Desde hace un tiempo llevamos la política de adquirir el material básico para enfrentarnos al Covid y tener una reserva que nos permita disponer del tiempo necesario para seguir adquiriendo material. Hemos sacado un sistema de contratación dinámico, del que creo que no existen precedentes en el ámbito sanitario en España. Permite tener abierto un portal para que podamos tener acceso rápido a los proveedores de determinados materiales y nos los puedan suministrar de manera eficiente.

¿Cuánto tiempo cubriría esa reserva estratégica de material?

Tenemos material para unos cuatro meses. Hay productos que tenemos que seguir adquiriendo casi semanalmente porque el ritmo de consumo cambia, según aumenta la actividad. La compra de batas, mascarillas o guantes es permanente, pero hay otros productos como los hisopos que se consumen menos. Ojalá el material se nos caduque en los almacenes.

¿Cómo se explica la aparición de cuatro brotes en el Hospital Insular y uno en La Candelaria?

Los hospitales no son ajenos a lo que pasa en la sociedad. Son instituciones abiertas, donde prestamos asistencia y no se puede pensar que lo que pasa fuera no pasa dentro. El primer brote que se produce en el Insular está asociado a una alta incidencia del virus en Las Palmas de Gran Canaria. Lo importantes no es que existan brotes, sino que actuemos rápido. La Gerencia del Insular actuó con rapidez, aislaron a los pacientes contagiados y cuarentenaron y cribaron a los profesionales. Desde el 1 de agosto, el Materno-Insular ha hecho PCR a más de 4.100 profesionales. Si vas a buscar los contagios, los encuentras. Nuestros hospitales son lugares muy, muy seguros. Como de todo, de esto también se aprende y vamos adaptándonos a lo que va pasando.

Los sanitarios del Insular de Gran Canaria se quejan de la falta de previsión, de la improvisación de las decisiones de la Gerencia y de la intestabilidad laboral, ¿a qué se deben estas circunstancias?

Eso es un problema de todo el SCS. Tenemos un grave problema de falta de personal, especialmente con las enfermeras quienes, además, tienen que cuarentenar porque son contactos estrechos de los contagiados. Esto hace que tengamos que adaptar nuestra actividad. La inestabilidad y la temporalidad son problemas estructurales del SCS y del sistema sanitario público. Hay que activar, como sea, las ofertas públicas de empleo para intentar fidelizar al personal que, en su mayoría, lleva mucho tiempo prestándonos servicio.

¿Y la improvisación en la toma de decisiones?

Todos hospitales tienen planes de contingencias basados en diferentes niveles de incidencia de la enfermedad. Pero, como en cualquier trabajo, si hay una incidencia que no estaba planificada hay que actuar y tomar decisiones. La realidad siempre supera a la ficción. Está todo muy parametrizado pero, en una actividad tan movida y con tantos factores, es imposible predecir todo lo que puede pasar.

Entonces, en el Insular no hay ningún tipo de carencias con respecto a otros hospitales.

Carencias hay en todos. Nos gustaría tener más recursos y poder disponer de plantillas más amplias de enfermeros. Todo es mejorable. El Insular tiene un equipo directivo muy implicado, que pasó una primera ola de manera muy efectiva, que está pasando una segunda ola más difícil, pero también de forma efectiva, y que responde a las necesidades que van surgiendo.

En el pasado se le achacó un afán privatizador de la Sanidad, ¿qué tipo de colaboración se plantea con la sanidad privada?

El sistema no lo planifiqué yo. La ley de Sanidad de los años 80 ya preveía la colaboración público-privada. Si me dan un folio en blanco para definir el sistema sanitario público de Canarias, no lo pintaría como está. Pero tal y como lo tenemos, hay que usar todos los recursos dentro de la legalidad vigente para resolver los problemas de salud de los ciudadanos. Es importantísimo que nuestros hospitales estén al 100% de su actividad y buscar una respuesta para lo que no podamos asumir.

¿Mantendrá los mismos niveles de consorcio con los centros privados?

No es una cuestión de ver qué niveles se mantienen. Tenemos que ver qué necesidades tiene el SCS hoy, no las que tuvo en el pasado, para solucionarlas usando todos los dispositivos que tiene la sanidad.

¿Cómo plantea la sustitución de Jesús Morera al frente del Hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria?

Cuando considere el consejero de Sanidad llevará su propuesta al Gobierno. Hasta donde yo conozco, está pensando en ello y es una cosa que va a resolver relativamente rápido.

¿Está en su hoja de ruta la desprivatización del servicio de medicina nuclear del Hospital Doctor Negrín?

Es un servicio público prestado por una empresa privada, con un contrato caducado desde hace muchísimos años. Evaluaremos ese servicio estratégico para tomar la mejor decisión para los ciudadanos. Esto lleva un proceso administrativo que hay que ejecutar y nosotros no podemos posicionarnos adelantándonos a ese proceso.

¿Se ha clarificado la tramitación de las facturas de la compra de material que se ejecutó en China en el estado de alarma?

No sé a qué facturas se puede referir, pero creo que todas las compras que se hicieron en el proceso del estado de alarma se hicieron bajo la legislación que estaba vigente y cumpliendo todos los requisitos. Es verdad que, con toda las compras que se hicieron, puede haber incidencias con el material, porque no era fácil acceder al mercado. En el tiempo que estuve como coordinador del Comité de Gestión no tuve conocimiento de ninguna incidencia y yo no tenía capacidad ejecutora. Desde que llegue a la Dirección del SCS no he tenido que firmar nada que tenga que ver con facturas anteriores, más allá del trámite normal de las compras.

¿Hay algún plan sobre la mesa para abordar el problema de las listas de espera, que se ha agravado con la pandemia de la Covid-19?

Las últimas cifras de listas de espera son las de agosto y, curiosamente, los números no tienen que ver con lo que plantea. Sí es verdad que los hospitales públicos no han podido dar la respuesta que darían en condiciones normales. Estamos trabajando para activar los programas de choque sobre las listas de espera y, a la vez, en lo que podríamos llamar el día después del Covid. Tenemos que volver a poner la máquina en funcionamiento, pero con otras condiciones diferentes a las que había antes, porque ahora hay un nivel de protección mayor.