Juan Navarro, delegado de CCOO en el Hospital Nuestra Señora de la Candelaria, ratifica que en ambas plantas afectadas se realizan cribados y pruebas PCR para vigilar el posible avance de la patología. Respecto a los profesionales sanitarios afectados, se hallan aislados en sus casas y se les hace el seguimiento con el denominado grupo HADO (Hospital a domicilio), comenta.

Según Navarro, además de las medidas aplicables al conjunto de la población, por parte de los encargados de la seguridad laboral en la Gerencia se refuerza la "educación sanitaria" a los empleados del Hospital, para recordarles la importancia de la limpieza de superficies o el repaso de los circuitos de entrada y salida, con sus zonas limpias y sucias. Reconoce que, con el paso de las semanas y los meses, la situación "tiende a normalizarse, se relajan los comportamientos y puede haber un exceso de confianza". Por eso es necesario recordar tales criterios de forma periódica. En palabras de este sindicalista de La Candelaria, otra de las acciones aplicadas por los responsables del complejo consiste en mantener grupos estables de trabajo en cada departamento y cada planta. Y existe un "control más estricto de las citas a los pacientes", comenta.

La Gerencia también expresó a diversos portavoces sindicales la necesidad de prohibir las visitas en condiciones normales. No obstante, Navarro cree legítimo que la citada medida pueda flexibilizarse para los familiares de pacientes en fase terminal. Para este portavoz de CCOO, desde la Gerencia se lleva a cabo una correcta política de comunicación sobre los casos positivos en el centro; "aunque uno siempre querría más". Ahora, las reuniones se mantienen de forma periódica y cada día se transmite información sobre la situación de la pandemia.