Canarias contabilizó ayer 48 brotes nuevos que se suman a los 41 abiertos en seguimiento. De los nuevos focos, el 64,5% (31) se localizan en Gran Canaria, 6 en Tenerife, 4 en Fuerteventura, 3 en Lanzarote, 3 en La Gomera y 1 en La Palma. Estos afectan a un total de 329 personas y tienen un origen mayoritariamente familiar, pero muchos de ellos también tienen ramificaciones en el ámbito social.

Asimismo, hay tres brotes sanitarios, de los cuales dos son los últimos registrados en el Hospital Universitario de Gran Canaria. Pese a que ya se informó cuando se produjeron, estadísticamente quedan registrados en el informe de datos de esta semana. El otro brote sanitario afecta al Hospital Nuestra Señora de La Candelaria. Además, tres focos corresponden a migrantes llegados en barcazas, 31 afectados. La administración sanitaria observa un menor número de casos asociados a cada brote, de manera que la mayoría de los nuevos presentan entre tres y diez casos.

La Consejería notificó ayer además 145 nuevas detecciones de Covid-19, lo que supone un acumulado de 13.492 y 6.864 casos activos. Los datos muestran una estabilización en menos de 200 cuadros diarios, un hecho que se estaba produciendo desde la semana pasada, salvo el pico registrado el viernes. No hubo que lamentar nuevos fallecimientos. Por islas, Gran Canaria tiene 7.499 casos acumulados, 60 nuevos y 4.516 activos; Tenerife suma 3.990 casos acumulados, 65 nuevos y 2.001 activos; Lanzarote acumula 1.089 contagios, cinco casos nuevos y 162 activos; Fuerteventura tiene 625 cuadros acumulados, de los que 15 fueron constatados ayer, y 142 activos; mientras que La Gomera suma 64 acumulados, con una decena de nuevos pacientes y 38 contagios en curso. La Palma y El Hierro no suman casos nuevos. La primera Isla se queda con 179 casos acumulados y 5 activos, y la segunda con 46 y sin computar activos.

En Icod de Los Vinos, la Guardia Civil ha tenido que sacar de su casa a una mujer de 70 años que vive sola para volver a llevarla al hospital que había abandonado tras ser diagnosticada con síntomas de la Covid-19, con el fin de que se someta a las pruebas que se había negado a hacerse. La actuación se produjo el pasado lunes después de que un médico fuera alertado por unos vecinos del grave estado de salud de la mujer, que había estado ingresada en un hospital pero se había negado a realizarse las pruebas pertinentes.

El médico acudió al domicilio y comprobó que la mujer, que se había encerrado en una habitación, presentaba insuficiencia respiratoria y un cuadro de la covid-19, por lo que alertó de la urgencia del traslado por peligro vital. Los agentes acudieron al lugar y trasladaron a la mujer en camilla a una ambulancia para su traslado al centro hospitalario.