La nueva fiscal jefe afirmó que su relación con la Administración de Justicia se remonta a cuando era una adolescente, con 14 años, pues entró como meritoria en el juzgado comarcal del pueblo en el que nació, Santa Coloma de Farnés. Después aprobó las oposiciones a auxiliar de la institución, lo que hoy equivaldría a tramitadora. Primero desarrolló su labor en el órgano judicial de su localidad natal y después en la Audiencia Provincial de Girona. En los años siguientes, María Farnés compaginó esa actividad laboral con los estudios de Derecho en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y, una vez que se licenció, con las oposiciones a fiscal. Dejó de trabajar como tramitadora el día antes de ingresar en la Escuela Fiscal.

Su andadura en el Ministerio Público comenzó en la Fiscalía Provincial de San Sebastián, pero apenas 12 meses después, hace 33 años, llegó a Tenerife. En su intervención reconoció que entonces "estaba realmente ilusionada, había visto muchas películas y estaba dispuesta a acabar con el crimen en este mundo".

Más de tres décadas después, reconoce que ese entusiasmo se ha ido apaciguando y se ha percatado de que sus metas debían ser un poco más modestas. Eso sí, "lo único que no ha disminuido en todos estos años ha sido el orgullo de ser fiscal; el estar totalmente convencida de que todo mi trabajo debe estar siempre enfocado a servir al ciudadano lo mejor que sepa y pueda".

Advirtió de que, por esa razón, su forma de trabajar y de entender la Fiscalía no va a cambiar tras tomar posesión como jefa provincial de Santa Cruz de Tenerife, por lo que tiene la misma motivación que cuando llegó a San Sebastián, en el País Vasco, o a Santa Cruz de Tenerife, en la época en que ejerció como teniente fiscal (número 2 en cada provincia) o el día en que la designaron delegada de la Fiscalía Anticorrupción. Considera que lo realmente importante no es el cargo que se ocupe dentro del Ministerio Público o el destino, sino "el trabajo diario, discreto y eficaz que lleve a cabo un fiscal, que es la mejor muestra del compromiso que tenemos con el Estado de Derecho y con los ciudadanos".

En el inicio de su intervención tuvo palabras de agradecimiento para la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, por su nombramiento; a los miembros del Consejo Fiscal, a su compañera Inés Herreros, así como para el fiscal general de Canarias, Luis del Río.

María Farnés destacó la labor de su antecesora, Carmen Almendral Parra, quien, cuando llegó a su cargo, encontró una Fiscalía muy diferente a la que hoy existe. Aclaró que "su legado será mi punto de partida". Además, tuvo palabras de recuerdo y gratitud para el fiscal Manuel Ángel Martín Marrero, fallecido hace pocos meses, y a quien la nueva fiscal jefe definió como un amigo al que conoció al iniciar su formación en la Escuela Fiscal.

Martínez Frigola destacó el agradecimiento a su familia y amigos, porque "sin su ayuda, sin su apoyo y sin su sacrificio, yo hoy no podría estar aquí". A sus seres queridos les dijo que "os debo muchas horas de mi tiempo"; todas aquellas que ha destinado a cumplir con su obligación.