Canarias, con 5,3 demandas de disolución de parejas, es la autonomía con mayor número tanto separaciones como de divorcios (consensuados y no consensuados) por cada 10.000 habitantes en el segundo trimestre de 2020, afectado de plano por la declaración del estado de alarma motivada por la crisis sanitaria causada por el Covid-19, que empezó el 15 de marzo y acabó el 21 de junio, según los datos recogidos por el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)

El año pasado se contabilizaron en las islas 1.445 procesos de pareja (20 separaciones no consensuadas, 37 consensuadas, 647 divorcios no consensuados y 741 consensuados); mientras que en este 2020 la cifra fue de 1.012 (nueve separaciones no consensuadas, 14 consensuadas, 447 divorcios no consensuados y 542 consensuados). Por provincias, entre el 1 de abril y el 30 de junio de 2020 en Las Palmas se computaron 257 divorcios no consensuados y 210 consensuados, seis separaciones contenciosas y dos no contenciosas. Por su parte, en Santa Cruz de Tenerife se incoaron 285 demandas de divorcio consensuado, 237 de divorcio no consensuado, ocho separaciones contenciosas y siete de mutuo acuerdo.

En los juzgados de las islas los procesos abiertos por rupturas matrimoniales experimentaron, entre el 1 de abril y el 30 de junio un descenso del 29,9% respecto al mismo periodo de 2019, en buena medida por la paralización de la actividad judicial como consecuencia de la pandemia. Las demandas de disolución de parejas se redujeron un 30% en las islas como consecuencia de la alerta sanitaria, 12 puntos menos que en la media nacional.

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias difundió este lunes un comunicado en el que expone que la desescalada escalonada en la administración de justicia, la necesidad de adoptar medidas de seguridad e higiene en los juzgados y la persistencia de la incidencia de la pandemia han hecho que las características de la disminución de todos los indicadores en ese trimestre sean muy diferentes a las de cualquier otro periodo anterior. En consecuencia, subraya, es "imposible" extraer conclusiones de los datos que se presentan, y aconseja tomar con cautela las variaciones interanuales.

En el conjunto del país, el número total de demandas de disolución matrimonial se redujo un 42,1% entre abril y junio de este año, respecto al segundo trimestre de 2019. Junto a Canarias, superan la media nacional, que es de 4,3; Murcia, 5,2; la Comunidad Valenciana, 5; Cataluña, 4,9; Islas Baleares, 4,7; La Rioja, 4,6; Andalucía, 4,5, y Cantabria, 4,4. La más baja se registró en Madrid, con 3,4 demandas de disolución matrimonial por cada 10.000 habitantes.

Factores psicológicos

El número de parejas en riesgo de ruptura sentimental que ha ido a terapia psicológica en Canarias después del confinamiento es equiparable al de septiembre y enero, meses que marcan el final de las las vacaciones de verano y de invierno, respectivamente, que es cuando suelen producirse un mayor número de rupturas sentimentales.

Así lo señala la psicóloga Tamara de la Rosa, que explica que las parejas que se estaban "tambaleando" antes del confinamiento, en general, no han podido superar la "tensión" de convivir tres meses bajo un mismo techo, pasar mucho tiempo juntos, en ocasiones con más miembros de la familia, en casas pequeñas, y en medio de la incertidumbre económica.

Todos esos factores -concluye De la Rosa- les han "afectado emocionalmente" y el hecho de que muchos se hayan visto económicamente afectados ha precipitado las rupturas matrimoniales.