En Canarias se cumplen hoy seis meses desde que se produjera la primera muerte asociada a los efectos del Covid-19 en el Archipiélago. La víctima, una paciente de 81 años y de nacionalidad colombiana, falleció el 13 de marzo en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, después de pasar varios días en la Unidad de Medicina Intensiva (UMI). La mujer padecía patologías previas y contrajo la enfermedad tras mantener contacto estrecho con un nieto que había venido de una zona de riesgo de Italia, un país que se convirtió en el epicentro de la pandemia en Europa. Desde entonces, son 193 las personas que han perdido la vida en Canarias como consecuencia las complicaciones provocadas por el agente patógeno.

Las cuatro últimas muertes -tres en Gran Canaria y una en Fuerteventura- fueron notificadas ayer por la Consejería de Sanidad del Ejecutivo autonómico. Asimismo, cabe resaltar que la mayor cifra de decesos registrada en un día se alcanzó el pasado 27 de marzo, durante la primera oleada del virus, cuando el Archipiélago tuvo que lamentar diez óbitos.

Hay que recordar que Canarias fue la región que detectó el primer caso de coronavirus en el territorio nacional. En concreto, fue el 31 de enero, cuando un turista alemán, que se encontraba de vacaciones en La Gomera, fue ingresado y aislado en el Hospital Nuestra Señora de Guadalupe junto con cuatro compañeros de viaje. El grupo fue localizado después de que el Ministerio de Sanidad alertara a la Consejería de que dos de estas personas habían estado en contacto con un paciente positivo en Alemania, lo que permitió aplicar el protocolo para contener la propagación de la patología.

A partir de esta fecha, los contagios fueron incrementando en las Islas, inicialmente, a un ritmo muy pausado, hasta alcanzar una gran velocidad. De hecho, el 24 de febrero, el caso positivo de un médico italiano que se hospedaba en el Hotel H10 Costa Adeje Palace -en Tenerife- obligó a poner al complejo en cuarentena, lo que se tradujo en el aislamiento de casi un millar de personas. La medida preventiva se prolongó hasta el 10 de marzo, una fecha en la que el Archipiélago ya aglutinaba 21 casos activos y 26 acumulados. Solo cinco días antes, el virus ya había llegado también a Gran Canaria.

Estado de alarma

El 14 de marzo, el Gobierno español declaró el estado de alarma en todo el país, ante el importante crecimiento de los nuevos diagnósticos en las comunidades autónomas. La orden finalizó el pasado 21 de junio, y durante ese período, la comunidad autónoma llegó a registrar un pico máximo de 148 contagios en un día -el 24 de marzo-, un cómputo que difiere en gran medida con el más alto que se ha alcanzado en esta segunda oleada, -382 nuevos casos, el pasado 4 de septiembre-. Hasta ayer, 200 pacientes se encontraban ingresados en planta y 56 en UCI.

"Hemos aprendido mucho sobre este virus en seis meses. Ahora, conocemos importantes detalles relacionados con su transmisión, su epidemiología y gravedad, pero todavía nos queda mucho por descubrir", valoró el portavoz del Comité Científico que asesora al Gobierno de Canarias en el manejo de esta crisis sanitaria, Luis Serra Majem.

En base a las palabras del experto, gracias a la preparación de los laboratorios de las Islas para poder analizar muestras de pacientes, se ha podido ir aumentando el número de pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) y pasar de los 300 test diarios en la primera onda expansiva del virus, a los 4.000 que se han llegado a realizar en 24 horas en los últimos meses. "Esta acción es muy importante para lograr frenar los contagios. Es un proceso costoso, pero necesario", agregó el portavoz.

Por lo que concierne a la incidencia del patógeno en la comunidad autónoma, Serra Majem enfatizó que, si bien es cierto que entre marzo y abril, Canarias se situaba entre las tres regiones más favorecidas, "ahora somos la sexta menos castigada, a pesar del notable aumento de los contagios".

Por su parte, el jefe de Sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, Amós García Rojas, consideró que el hecho de que Canarias haya sido la primera comunidad autónoma del país en registrar un primer caso positivo en coronavirus, sumado la actuación "decisiva" de cerrar el hotel de Adeje, "concedió un gran conocimiento a la hora de manejar la pandemia".

Preparación

Asimismo, el experto puso de relieve que, a día de hoy, el sistema sanitario está mucho más preparado y protegido. "Existen equipos de protección individual suficientes, pues al principio eran escasos y muchos profesionales sanitarios contrajeron la patología. Esto ya no está sucediendo y además han enriquecido su experiencia en el manejo de la afección", argumentó.

Siguiendo esta línea, el experto aseguró que, a pesar de que la primera oleada no fue tan agresiva en las Islas -en comparación con otras regiones-, era necesario "conservar la prudencia" y no bajar la guardia. "Muchas personas se olvidaron de hacer uso de las mascarillas y de mantener la distancia de seguridad, pero el virus no había muerto", explicó el epidemiólogo.

Ahora, a pesar de que el Archipiélago ha conseguido reducir la cifra de nuevos diagnósticos, y que la carrera por lograr una vacuna contra la dolencia sigue avanzando, el experto defendió la necesidad de respetar todas medidas de seguridad. "No queremos volver a los meses oscuros del confinamiento. Por eso, ahora mismo, el mejor remedio para evitar los contagios es cumplir todas las medidas dictadas por el Gobierno", sentenció.