La Agencia Efe hizo pública ayer la Guía para el tratamiento informativo del suicidio, un manual con principios deontológicos y de estilo esenciales para contribuir desde los medios de comunicación a la prevención de este problema social de primer orden que causa al año la "escalofriante" cifra de 3.500 muertes sólo en España. Lo que no aparece en los medios no existe; de ahí la necesidad de contar con criterios claros para informar tanto del suicidio como de las tentativas y las ideaciones suicidas para prevenir esta problemática, sensibilizar a la sociedad y aportar recursos a las personas en riesgo.

"El primer mensaje es que sí se debe informar del suicidio, que los medios de comunicación hablen del suicidio es importante, rompe el paradigma previo del silencio (...) Constituye un problema de salud pública, con cifras escalofriantes: cada día fallecen una media de diez personas", subrayó la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio.

Aparicio instó a los periodistas a cubrir este tema con sensibilidad, responsabilidad, lejos del sensacionalismo, con un lenguaje cuidado y con datos y fuentes fiables. En la mesa redonda de la presentación, el presidente de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, Andoni Anseán, aseguró que los medios de comunicación han empezado a despertar ante esta realidad, que han mejorado en la última década a la hora de abordar el suicidio. Aunque es fina la línea que separa el "efecto llamada" del "efecto protección, empatía y ayuda", destacó que los medios desempeñan un papel "preventivo de primer orden".

"La población es sensible a lo que conoce, no a lo que no conoce. A veces tenemos un elefante en la habitación que no queremos ver", sostuvo Anseán para ilustrar cómo la sociedad española está poco sensibilizada con la realidad del suicidio.

El informador experto Gabriel González indicó que el abordaje informativo del suicidio debería asemejarse al de la violencia machista y centrarse en la prevención, de manera que desaparezcan los estigmas y tabúes.