El horizonte del 15 de septiembre para el comienzo del curso escolar 2020-2021 en Canarias, con actividad presencial, para los ciclos de Infantil y Primaria, se antoja complicado. No solo por la evolución de la transmisión de la pandemia del coronavirus, con un crecimiento exponencial en el Archipiélago en el mes de agosto, sino porque a fecha de ayer martes las organizaciones sindicales con representación en el sector siguen a la espera de conocer los protocolos de la Consejería de Educación para el regreso a las aulas, y formular las aportaciones pertinentes. Todo ello con una reunión sectorial entre el Ministerio de Educación y las comunidades autónomas prevista mañana jueves, y la que mantendrá en las Islas el lunes 31 la consejera Manuela Armas con la comunidad educativa.

"Si no bajan las ratios y se incrementa la plantilla docente, además de nuevas infraestructuras, la lucha contra la brecha digital, reforzar los comités de prevención y demás, entendemos que no se dan las condiciones para que el curso empiece", advirtió ayer el portavoz del Stec, Fernando Pellicer. "Y si se empeñan en hacerlo nos parece una insensatez, porque sabemos lo que va a pasar".

Según dijo, "estamos absolutamente sorprendidos con la falta de iniciativa de la consejera ante el comienzo del curso", toda vez que la Consejería de Educación "anunció a bombo y platillo la contratación de 3.200 docentes, para el día siguiente argumentar que no había presupuesto para ello, y la consecuencia es que no se ha contratado al profesorado, y de cara al día 31 hemos hecho una serie de consideraciones a las que todavía no nos han dado contestación, y estamos a la expectativa".

"Medidas duras"

Los sindicatos mayoritarios en Educación han manifestado su voluntad de comenzar el curso con todas las garantías que precisan alumnado y docentes en esta crisis sanitaria. En este sentido, Pellicer avanzó que "el curso de esta forma, presencialmente es imposible que empiece, y si el día 31 no hay medidas contundentes que den un giro sustancial a la situación propondremos medidas duras".

En términos similares se pronunció ayer ANPE Canarias. Su presidente Pedro Crespo mostró su contrariedad por la lentitud de la Consejería en ultimar unos protocolos en los que iba a participar toda la comunidad educativa. "Tenemos una mesa sectorial este jueves y la consejera se comprometió a entregarnos los planes de contingencia para hacer nuestras aportaciones, y a fecha de hoy [por ayer] no nos ha llegado nada, y todo ello con la reunión el lunes 31", detalló Crespo. El portavoz de ANPE dejó claro que "esto no lo vamos a admitir, como no las tenga en cuenta [las aportaciones], entonces no iremos por las buenas".

En cuanto a la contratación anunciada de los 3.200 docentes, Crespo confirmó que no se ha traducido de momento en más recursos humanos. "En estas plazas están incluidas, en teoría, las necesarias para garantizar el metro y medio de distanciamiento en Secundaria", si bien y a falta de concreción de plantillas por centros, la situación es más compleja en Primaria, donde según Crespo, "no hay previstas medidas de este tipo sino apoyo de uno o dos profesores en los centros". De acuerdo a los datos que maneja el sindicato ANPE, de esas 3.200, unas 800 aproximadas serían en Primaria, pero, tal como recuerda, "son números" que no se han traducido en contratación alguna.

"En Primaria es donde más peligroso puede ser el regreso a las clases porque no creemos en los grupos burbuja", puntualizó el presidente de ANPE; y preocupa porque "aquí no se han planteado ratios y todo queda por definir, mientras que en Secundaria con el distanciamiento no se pueden superar los 20 por aula".

Bajada de ratios

A este respecto, desde el Stec se defiende que "cualquier protocolo, grupos burbuja, cualquier medida, todas tienen que estar supeditadas a la bajada de ratios y el incremento de la plantilla, porque en ambos casos Canarias tiene una de las tasas más elevadas de España, tanto en el número de alumnos por clase como la falta de profesores", subrayó Fernando Pellicer.

"Más de 15 alumnos por clase en esta circunstancia no puede haber en ningún aula", precisó el portavoz del Stec. Propuestas como los llamados grupos burbuja, son en su opinión, "un insulto a la inteligencia", porque "en estas condiciones, estos alumnos se relacionarán con otros fuera del colegio, con sus familias, y va a ser un desastre".

Según Fernando Pellicer, "tal como está la cosa, es utilizar a la comunidad educativa como carne de cañón, y la Consejería tendría que ser transparente y decir que no tiene presupuesto suficiente para garantizar un inicio del curso seguro".