La crisis sanitaria del coronavirus se llevó por delante el sueño de muchos niños y niñas saharauis de los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia) de desplazarse a Canarias en el marco del programa Vacaciones en Paz para disfrutar de los dos meses del verano con familias de acogida en las islas.

Sin embargo, la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui (ACAPS), que coordina este proyecto en el Archipiélago, apostó por reinventar el formato de este programa solidario este año con una versión alternativa que se desarrolla en los mismos campamentos con más de un centenar de menores, con el objetivo de brindarles unas vacaciones de juegos y actividades colectivas en esta zona desértica donde, durante la temporada estival, la dureza de las circunstancias climatológicas se redobla hasta alcanzar a menudo más de 50 grados de temperatura.

Además, este programa alternativo se extiende al conjunto de las niñas y niños de los campamentos, no solo a quienes integraban el plan inicial de viajar este verano a las islas, de manera que todos los menores con edades comprendidas desde los siete y ocho años hasta los 12 y 13 -la franja que participa anualmente en el programa- han podido disfrutar estos meses de una variadísima propuesta de actividades lúdicas, deportivas y culturales con distintos monitores en el corazón de Tinduf.

Esta edición excepcional de Vacaciones en Paz arrancó en la primera semana de julio en las distintas wilayas (provincias) con toda clase de juegos, competiciones deportivas, tardes de lecturas compartidas y proyecciones audiovisuales al aire libre, y culmina a finales de este agosto con excursiones a las zonas liberadas del Sahara Occidental, denominadas por sus habitantes como "tierra liberada", para que los pequeños conozcan mejor su tierra. Además, en este tiempo, los menores también recibido una formación de sensibilización sobre las medidas de prevención, seguridad y protección contra la Covid-19.

Objetivos

El presidente de la ACAPS, Alberto Negrín, manifestó ayer que "este programa alternativo nace con el objetivo de compensar a los niños y niñas ante la imposibilidad de viajar y alejarse durante un par de meses de la realidad y las difíciles condiciones en que viven en los campamentos". "Por tanto, lo que hemos hecho ha sido financiar esas actividades en Tinduf, ya que nosotros tampoco nos hemos podido trasladar, de manera que los costes que teníamos previstos para los traslados en avión de los niños y niñas se han reinvertido en el desarrollo de este programa alternativo", apunta.

Negrín señala que el diseño de esta nueva propuesta se llevó a cabo a contrarreloj desde que se decretara el estado de alarma en España contra la pandemia, puesto que esta campaña comienza a pergeñarse cada año desde el inicio del curso escolar. "Aunque la mayor parte del trabajo estaba hecha, logramos un reencauzarlo y que muchas instituciones que ya tenían las ayudas definidas para el coste de los aviones pudieran rectificar y destinar esa inversión a las actividades lúdicas", explica. "Luego, conseguimos el apoyo de varios ayuntamientos e instituciones en toda España, y contamos con aportaciones voluntarias , por lo que, entre todos, se pudo cubrir en gran parte este objetivo".

Por su parte, los monitores que han desarrollado todas estas actividades se corresponden con un gran número de jóvenes voluntarios reclutados por el Ministerio de Juventud y Deportes. Y el balance, apunta Negrín, es "positivo" para los niños y niñas que, pese a no haber podido viajar, han podido relacionarse y evadirse de las condiciones terribles en que viven en Tinduf, agravadas este año por la situación sanitaria en una zona con escasísimos recursos para salir adelante.

A este respecto, Negrín se muestra cauto en cuanto a la reanudación de este programa, impulsado a mediados de los años 80 de forma oficial tras algunas experiencias de intercambios en los 70, el próximo 2021. "Esperamos que Vacaciones en Paz pueda hacerse el año que viene", afirma, "pero depende mucho de las circunstancias y de cómo evolucione la pandemia".

"Nuestra intención es empezar a trabajar a partir del inicio del curso escolar en septiembre con la nueva campaña y estudiar las posibilidades que hay de retomar el programa porque es realmente muy beneficioso para los niños", continúa. "Pero una de las cuestiones que se valorará es esperar un año más hasta que la situación sanitaria esté totalmente controlada y con las máximas garantías de que no puedan traer el virus a los campamentos, que sería muy complejo porque, hasta ahora, los campamentos están escapando más o menos bien con poquitos casos. Y esperemos que se mantenga así".