El grupo de investigación AGR 149 de Enfermedades Infecciosas del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI), en colaboración con el Colegio Oficial de Veterinarios de Córdoba, trabaja en un proyecto para analizar la efectividad de la leche inmune de vaca frente al Sars-Cov-2, así como en el desarrollo y aplicación de vacunas autólogas como tratamiento frente a los casos más graves de Covid-19, según informó a Diario Córdoba el director del grupo y presidente del Colegio de Veterinarios, Antonio Arenas.

Arenas, que también es catedrático de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba y miembro del comité de seguimiento del Covid-19 de la Junta de Andalucía, explicó que "estamos obteniendo leche de vaca hiperinmune frente al coronavirus bovino (bcov), un betacoronavirus serológicamente emparentado con el virus de la Covid-19".

La idea sobre la que gira esta investigación "es que el consumo de leche inmune ayude de manera decisiva a nuestro organismo en caso de infección con el Sars-Cov-2 mediante mecanismos de inmunidad cruzada". El catedrático, que destacó que quieren comenzar en septiembre "con las pruebas en humanos en el caso de que todo vaya bien" y cuenten con los permisos de la Consejería de Salud y Familias, señaló que algunos datos que han analizado hasta la fecha sugieren que "los vaqueros apenas se han visto afectados por la Covid-19, a pesar de que familiares cercanos sí la han padecido". Por ello -añadió- "especulamos con que su sistema inmune es capaz de controlar el coronavirus del Sars-2 tras contactos previos con el bcov. Esto ya se ha comprobado con otros coronavirus humanos endémicos del resfriado, como el hcov-oc43", que "es el mismo virus bovino que dio el salto de especie y se adaptó a humanos".

De hecho, explicó, "el bcov y el hcov-oc-43 se incluían en el grupo serológico 2 de los coronavirus, donde también se han incluido los virus del SARS y MERS". Una de las líneas sobre las que trabaja el equipo de investigación es en la hiperinmunización de las vacas para, posteriormente, estudiar "qué niveles de anticuerpos conseguimos en leche". De momento han comprobado que "se pueden alcanzar concentraciones de hasta unos 200 mg de inmunoglobulinas por vaso", a lo que "hay que añadirle las propiedades de la vitamina A como reguladora del sistema inmune y regeneradora de epitelios mucosos".

En este sentido, Antonio Arenas resaltó que "no cabe duda de que las inmunoglobulinas específicas o con una cierta especificidad ayudarían de manera considerable a nuestro sistema inmune a luchar frente al virus" de la Covid-19 y aunque aún no se conoce si la ingesta de esta leche inmune ayudaría en la recuperación de los casos más graves, considera que "las altas dosis de inmunoglobulinas ayudarían mucho en la fisiopatología de la enfermedad".

Por otro lado, el presidente del Colegio de Veterinarios de Córdoba explicó que, en la actualidad, el grupo investiga además posibles vacunas autólogas contra el Covid-19, es decir, aquellas que se obtienen del mismo individuo que lo recibe. Así, "se trata de recuperar el virus del propio enfermo, inactivarlo mediante métodos térmicos o químicos, concentrarlo e inocularlo por vía subcutánea", un campo en el que los veterinarios tienen "mucha experiencia" y que se ha empleado con "bastante éxito" para distintas enfermedades, "tanto bacterianas como víricas del ganado".

Antonio Arenas especificó que "de la patogenia de la Covid-19 sabemos que la multiplicación viral masiva en el endotelio alveolar causa daño celular y liberación profusa de citoquinas y quimioquinas proinflamatorias". Después, "una segunda respuesta inflamatoria, activada por la aparición de anticuerpos neutralizantes, sería la responsable de los efectos más graves de la Covid-19, provocando una infiltración inflamatoria celular extensa y consecuentemente un daño pulmonar significativo" es decir, "lo que se conoce como síndrome de dificultad respiratoria aguda (ARDS)". Con este tipo de vacunas autólogas -explicó Arenas- "esperamos que la reacción del sistema inmune a nivel subcutáneo ayude a desarrollar, primero la estimulación específica tras la inoculación de virus autólogos no infecciosos, lo que podría dificultar la replicación viral a nivel pulmonar, pero también un efecto inmunoterapéutico inhibiendo el desencadenamiento de la infiltración inflamatoria incontrolada", así como la "apoptosis masiva a nivel pulmonar", es decir, la muerte celular.