El director de Cáritas en Tenerife, Juan Rognoni, explica que uno de los proyectos de la ONG consiste en intentar utilizar un edificio propiedad del Obispado en el casco urbano de Arona para alojar a personas sin hogar. El citado inmueble se terminó de construir en 1997 y, en los años posteriores, fue usado por una congregación de monjas y para atender necesidades sociales. En el 2015 se decidió que podía ser gestionado por la mencionada institución. Distribuido en tres plantas, cuenta con diversas zonas comunes, sótano, lavandería, oficinas, recepción, un comedor grande y, sobre todo, con una decena de habitaciones dobles cada una con baño propio. Rognoni señala que en el recurso se podrían acoger hasta a veinte personas a la vez e, incluso, a parejas.

La ong llevó a cabo una serie de obras menores de acondicionamiento en el edificio, situado junto a la carretera insular de acceso a La Escalona, frente a las viviendas sociales de Hermano Pedro y Cruz Roja. Los problemas empezaron cuando la iniciativa de establecer un centro de alojamiento temporal de personas sin hogar fue planteada al Ayuntamiento de Arona. La negativa por parte de la corporación se plantea en base a que un espacio de esas características no va a ser bien acogido por los vecinos de la localidad. Rognoni reconoce que la idea no se ha recibido "con muy buena disposición" y se solicitó una reunión con el alcalde, José Julián Mena, pero esta no ha sido posible. Los trabajos de reforma se llegaron a precintar por dicha administración. Pero el Cabildo emitió un informe en el que expone que no había argumentos para paralizar las obras.

Una de las últimas noticias que han tenido en Cáritas es que el expediente de la licencia de actividad se ha extraviado. Pero, a pesar de todo, Rognoni manifiesta su voluntad de diálogo con las autoridades, en base a la necesidad que hay de un recinto de este tipo, y está dispuesto a volver a reiniciar los trámites de solicitud del permiso. Durante el confinamiento, en Arona se abrió un polideportivo para acoger a personas sin hogar. Y recuerda que hubiese sido muy útil haber tenido el mencionado edificio para el mismo fin. En opinión de Rognoni, en base a la experiencia adquirida durante años, los usuarios de estos centros de acogida no son conflictivos ni generan problemas a los vecinos. Ahora, la ong tiene el centro de acogida en la parte alta del casco de Granadilla, donde atiende a 16 ciudadanos sin casa. Este recinto requiere de algunas obras de reforma y acondicionamiento. Pero lo ideal para la institución sería disponer tanto de este último espacio como el que se quiere abrir en Arona.