Los expertos aún no se atreven a determinar si el pico epidémico que atraviesa Canarias se va a transformar en una segunda ola de incidencia de la Covid-19, pero lo que ha dejado claro el comienzo de agosto es que la tendencia de incremento de casos en las Islas es ya una realidad. El comienzo del mes vacacional por excelencia ha traído consigo un incremento de nuevos diagnósticos diarios que triplica el que se venía dando tan solo una semana atrás.

Cada semana desde abril, y tras un duro mes de confinamiento, la Consejería de Sanidad venía hallando una decena de casos diarios. En los últimos dos meses, este bajo porcentaje de incidencia estaba permitiendo aplanar la curva epidémica que permaneció por debajo de los 100 casos activos durante más de un mes, concretamente de junio a julio. Pero el comienzo de las vacaciones, el calor, los reencuentros familiares y las fiestas han provocado una "relajación de las medidas de seguridad" en la población que, finalmente, ha provocado un cambio en la tendencia controlada que se venía dando tras el estado de alarma.

"Ha pasado solo un mes", lamentó Amos García Rojas, jefe de sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, haciendo referencia al fin del estado de alarma que llegó el pasado 21 de junio a toda España. García Rojas no dudó en mostrar su malestar por la situación que atraviesa el Archipiélago e insistió en que, aunque "no estamos al nivel de otras comunidades autónomas" y los brotes están controlados, si la incidencia del virus aumenta, no dudará en recomendar tomar medidas más drásticas, entre ellas, un nuevo confinamiento. Esta vez, no obstante, será posible realizar una limitación de la movilidad más selectiva. "Dependerá de la situación, del ámbito y de cómo se desarrolle el problema", como explica García Rojas, y, las circunstancias serán determinantes para que la comunidad autónoma decida si la restricción de movilidad afecta a un bloque de viviendas, a un municipio entero o a una de las Islas. Por el momento, no será necesario tomar medidas más restrictivas, pero la tendencia puede cambiar.

En el día de ayer, Canarias registró 47 positivos nuevos de coronavirus alcanzando los 421 casos activos. De ellos, 30 se diagnosticaron en Gran Canaria, 6 en Tenerife y 5 en Fuerteventura. En tan solo siete días, se han sumado 268 casos nuevos, lo que quiere decir que el 63% de los casos activos se han diagnosticado en una sola semana. Al contrario de lo que ocurrió en la primera la ola, Gran Canaria está siendo ahora la isla peor parada. En los últimos siete días, Gran Canaria ha sumado 172 casos nuevos, mientras que en Tenerife han sido 61. Esta semana también se han diagnosticado casos en residentes en Lanzarote (14), Fuerteventura (5), La Gomera (1) y La Palma (1). En relación a esta última isla, y si se tiene en cuenta el lugar donde han sido diagnosticados esos casos, se constata que La Palma cuenta ahora con 8 casos activos.

Lo cierto es que tras 45 días siendo un territorio libre de Covid-19, La Palma lleva dos jornadas consecutivas detectando a ocho personas afectadas por coronavirus, todas ellas con domicilio fuera de la Isla y que estaban pasando un periodo vacacional. A los seis positivos hechos públicos el domingo, se sumaron el lunes otros dos afectados detectados en los PCR realizados, no relacionados con los primeros. Se trata de cinco personas llegadas desde Gran Canaria, dos desde Madrid y una desde Barcelona.

La gerente de los Servicios Sanitarios del Hospital General de La Palma, Mercedes Coello, informó sobre los primeros cinco casos detectados, que "se trata de un grupo de amigos que están de vacaciones y pernoctan en el mismo lugar; todos están con pocos síntomas y en cuarentena domiciliaria". La facultativa pidió "tranquilidad, sensatez y cumplimiento de las normas" y sentenció que "sabíamos que esto podía ocurrir y ha ocurrido".

A raíz de este crecimiento de casos -que se ha dado en apenas 48 horas- el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, volvió ayer a exigir al Gobierno de España y al Gobierno de Canarias que se instalen controles de detección de Covid-19 en el aeropuerto de la Isla tras descubrirse en las últimas 48 horas ocho nuevos casos positivo importados.

"Volvemos a realizar esta exigencia toda vez que aún no se nos ha contestado a la petición que ya elevamos en su momento y aún no se ha hecho nada", reclamó Zapata, quien añadió que "desgraciadamente ahora mismo tenemos la demostración palpable de que los casos de positivos por coronavirus que hay en La Palma son precisamente importados". Zapata se pregunta "¿a qué hay que esperar para que se pongan controles en el aeropuerto de La Palma?", haciendo hincapié en que "hemos demostrado al gobierno regional y estatal nuestra total voluntad de colaboración y ayuda, incluso económica, para que se instalen estos controles".

Desalojo de Verónicas

En el sur de Tenerife, la Policía Local de Arona tuvo que intervenir en la madrugada del sábado al domingo ante la aglomeración de decenas de jóvenes en las inmediaciones de los locales de ocio nocturno del Centro Comercial Verónicas, situado en Playa de Las Américas, procediendo a su desalojo por incumplir las normas de seguridad. La mayoría de los identificados tenían entre 18 y 23 años.

Desde el Ayuntamiento aronero explican que una patrulla de la Policía Local detectó la situación, difundida en un vídeo a lo largo del día de ayer a través de las redes sociales, y pidió refuerzos para el desalojo e identificación de quienes se encontraban en la zona.

Arona anuncia que la Policía Local reforzará las tareas de control, vigilancia y disuasión en las zonas de ocio del municipio para garantizar que se cumplen las medidas de seguridad sanitarias, las únicas que pueden garantizar la contención de la pandemia y los daños económicos que esta está generando a actividades económicas ligadas al turismo, como las que forman parte del ocio nocturno.