Canarias va a probar la viabilidad de la secuenciación genética como nuevo método diagnóstico para la Covid-19. Un grupo de investigadores del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria y el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables de Canarias (ITER) persigue establecer en las Islas una nueva tecnología, que se adquirirá previsiblemente en el mes de septiembre, para, a largo plazo, acortar los tiempos en los que se notifican los nuevos contagios en el Archipiélago.

Los científicos consideran que podrán comenzar el proyecto en un mes tras haberse confirmado la colaboración del Cabildo de Tenerife y de la entidad dependiente del mismo, ITER, en este proyecto de investigación. Ambas instituciones insulares proporcionarán la financiación necesaria para poder adquirir una tecnología conocida como secuenciación por nanoporos -también llamada Nanopore- que los investigadores esperan poder utilizar tanto para agilizar el diagnóstico del virus como para conocer aquellos aspectos del SARS-CoV-2 que las PCR no permiten desentrañar.

Los investigadores canarios, al adquirir esta tecnología -que ya se ha implantado en otros sistemas nacionales de salud, como el de Reino Unido-, aspiran a comprobar su viabilidad como un recurso para reducir los tiempos de diagnóstico. Como explica el facultativo e investigador del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria y del ITER, Carlos Flores, este sistema de secuenciación con nanoporos es portátil y se puede trasladar al foco de contagio donde se ha hallado un positivo, permitiendo reducir el tiempo en el que se toman las muestras y son trasladadas hasta alguno de los hospitales de referencia. Los 100 gramos de peso de Nanopore es, de hecho, una de sus características más interesantes y aprovechables en el contexto del Archipiélago, dado su característica fragmentación. Una ventaja a la que, además, se une a la especificidad con la que identifica el SARS-CoV-2 que es "igual o mayor a la de una PCR".

Sin embargo, y al contrario que una prueba molecular de PCR, la secuenciación genética permite conocer mejor al virus. Las PCR identifican si el virus está o no está en un organismo y, por tanto, obvian la procedencia y las posibles mutaciones del virus. Con las PCR, incluso, se puede correr el riesgo de pasar por alto algún positivo. La secuenciación genética es por eso la mejor baza con la que cuenta la ciencia en estos momentos para no solo "ver el coche", sino también "identificar su matrícula".

Con esta metáfora, Carlos Flores trata de explicar las mejoras a las que se vería sometido el diagnóstico de la Covid-19 si, además de PCR, Canarias finalmente diera luz verde a secuenciar su material genético de manera generalizada con esta tecnología. "La secuenciación de trozos de genoma nos permitirá conocer información relacionada con el virus, que en el caso de la matrícula podría traducirse en el color del coche, cuándo se matriculó o de quién era", explica Flores. Pero no es lo único. Esta información exhaustiva sobre los orígenes y el aspecto interior del virus permitirá a los investigadores comprobar "si se nos escapan falsos positivos" con la PCR al tiempo que se resuelven "algunas incógnitas" como de dónde procede el paciente cero o cuál es exactamente la cepa que circula en las Islas. En este sentido, Flores considera que es posible que no haya solo una secuencia circulando por el Archipiélago, "seguramente están habiendo muchas al mismo tiempo".