La Encuesta sero-epidemiológica de la infección por el virus SARS-CoV-2 en España ha dado como resultado en Canarias una seroprevalencia al coronavirus de entre el 2 y el 2,4 por ciento de la población, lo que en palabras de la médico coordinadora del Encuesta sero-epidemiológica de la infección por el virus SARS-CoV-2 en EspañacoronavirusServicio de Urgencias Canario

"Las cifras de seroprevalencia de Canarias son muy inferiores a la media nacional, con ligeras diferencias entre cada isla. La menor incidencia de anticuerpos frente al coronavirus nos viene a decir que ha habido una eficacia de las medidas de confinamiento (...)", apuntilló al tiempo que agregó que los casos aumentan porque el archipiélago tiene una "seroprevalencia muy baja", de tal forma que actualmente la "única forma" de prevenir el virus es seguir manteniendo las medidas de distanciamiento social y de higiene (lavado de manos y mascarilla).

En este sentido, matizó durante la rueda de prensa en la que ha dado a conocer los datos obtenidos que en Canarias actualmente la población es "mucho menos inmune" porque no ha habido una gran afección del virus, por lo que aconsejó tener "mucho cuidado" con las reuniones familiares o de amigos, así como con el ocio nocturno.

En el estudio, desarrollado entre el 27 de abril y el 22 de junio, dividido en tres rondas (la primera del 27 de abril al 11 de mayo; la segunda del 18 de mayo al 1 de junio; y la tercera del 8 al 22 de junio), han participado 5.807 personas en al menos una ronda tras contactar con 8.056 aunque puntualizó que en muchas ocasiones los domicilios que se eligieron eran segundas residencias.

Para llevar a cabo este análisis, explicó que el trabajo de campo ha consistido en llamar a los hogares, explicar en qué consistía el estudio, se les preguntaba a las personas por datos demográficos con respecto a la vivienda y sus hábitos --visitas, síntomas de Covid-19 porque las personas que habían sido positivo o presentaran síntomas no podían acudir al centro de salud--, se les realizaba test rápido en un centro sanitario o en domicilio y una encuesta epidemiológica que fue cambiando por ronda atendiendo a la evolución de la pandemia.

De este modo, en la primera ronda, que se estaba en plena pandemia, se centró en si se había o no tenido síntomas del virus, mientras que en la segunda, que había una mayor apertura del estado de alarma, se hicieron preguntas relacionadas con el uso de mascarilla o si se salía a pasear, si lo hacían con niños.

Posteriormente, el siguiente paso de la encuesta consistía en la extracción de sangre, que "iba a ser más precisa", aportando un dato "más real", si bien "no era obligatoria". De todos modos, casi el 95 por ciento de la población canaria que ha participado proporcionó "como mínimo" una muestra de sangre.

González matizó que si bien la PCR ofrece una "foto de cómo está la pandemia en ese momento", el estudio de seroprevalencia muestra la "evolución de la pandemia" para saber la inmunidad o no en personas que eran asintomáticas.

En relación con ello, explicó que la diferencia entre hacer el test rápido y la muestra de sangre se centra en que el primero permite obtener una "reacción bastante rápida que se hace con una gota de sangre y se detecta si hay anticuerpos en la gota de sangre", si bien "es más rápido pero menos preciso"; mientras que la muestra de sangre recoge el suero y se analiza con una técnica específica de laboratorio para detectar si hay anticuerpos, siendo "mucho más precisa".

Las muestras de sangre recogidas en este estudio, puntualizó, se ha guardado en el Instituto de Salud Carlos III --con quien se realiza dicho estudio-- para si se añaden más rondas al análisis comprobar si varía la tasa para detectar anticuerpos.

Seroprevalencia

En cuanto al resultado de la seroprevalencia, informó que en la primera ronda en el test rápido se obtuvo un 2,2 por ciento de positivos, es decir, que habían pasado o habían estado en contacto con el virus; mientras que en la segunda ronda se eleva hasta un 2,4 por ciento; y en la tercera un 2,1 por ciento.

Al respecto, puntualizó que la diferencia a la baja entre la segunda y la tercera ronda puede deberse a que personas positivas "no participaran en la tercera ronda" porque no hay tanta población como para establecer que se haya producido una desaparición. La media nacional era del 5 por ciento, con lo que la seroprevalencia en Canarias, que estaba entre un 2 y 2,4 por ciento, implica que "las medidas de confinamiento fueron más que efectivas" porque logró parar la circulación del virus.

Asimismo, indicó que no existen diferencias por sexo y edades, ni nacionalidades, ni entre profesiones.

Por islas, apuntó que es la de La Gomera la que tiene la seroprevalencia más baja, seguida de La Palma, mientras que la más alta la registró durante el estudio Tenerife.

Respecto al cero conversión, es decir, las personas que eran negativas, que en la segunda o tercera ronda sí presentaron anticuerpos, se desprende del estudio que de la primera a la segunda se produjo una cero conversión del 0,5 por ciento, de tal forma que 1 persona de cada 200 que no presentaba anticuerpo en la primera ronda, sí lo presentó en el segundo; mientras que de la segunda a la tercera ronda fue de un 0,3 por ciento, es decir, 1 de cada 300 personas.

En cuanto a las personas positivas que pasaron a no presentar anticuerpos, de la primera a la segunda ronda era un 7,3 por ciento y entre la primera y la tercera un 17,9 por ciento.

De todas formas, González ha subrayado que la inmunidad en coronavirus "no se conoce perfectamente", por lo que esto lleva a pensar que "puede existir otro tipo de inmunidades" como la celular o que los anticuerpos que desaparezcan estén en "cantidades ínfimas" y "no" se ha alcanzado el umbral de detección.

Percepción del riesgo

Por otro lado, expuso que otro de los temas tratados en el estudio fue el uso de mascarilla, en la segunda y tercera ronda, sobre lo que puntualizó que con una percepción "menor del riesgo" la población canaria utilizaba "mucho menos" la mascarilla que otros puntos del país.

En concreto, en la segunda ronda un 24,3 por ciento de personas mayores de 6 años no utilizaba la mascarilla, mientras que en la tercera ronda ese porcentaje desciende hasta un 12 por ciento. Añade que en las poblaciones de más de 100.000 habitantes tienen un porcentaje de uso de mascarilla "muchísimo mayor", al tiempo que justifica que en zonas con menos población tienen mayor distancia.

Otro de los resultados obtenidos, es que las personas que decían que presentaban tres o más síntomas del virus, el 75 por ciento anticuerpos, lo que aumentaba un 40 por ciento cuando tenían pérdida del gusto o de olfato; al igual que las personas que decían que habían tenido un PCR positivo tenían una presencia de anticuerpos superior al 75 por ciento; mientras que quienes habían estado en contacto con algún positivo, presentaban anticuerpos en un 10 por ciento de los casos; y los convivientes con personas positivas tenían anticuerpos entre un 27 y 31 por ciento.