Las muertes por la Covid-19 en el Reino Unido aumentaron ayer hasta las 46.201, tras sumar ocho en 24 horas, con lo que el país se mantiene como primero de Europa y cuarto del mundo más afectado por la pandemia. El ministerio de Sanidad y Atención Social señaló que hasta la fecha se han registrado 304.695 contagios, de los cuales 744 fueron entre el pasado sábado y ayer, mientras que el Gobierno se muestra preocupado porque la prevalencia de la Covid-19 en la comunidad está aumentado por primera vez desde mayo.

No obstante, el ministro de Vivienda y Comunidades, Robert Jenrick, aseguró ayer que el Ejecutivo conservador no tiene intención de adoptar "medidas extremas" para atajar los repuntes, como sería, por ejemplo, la vuelta de confinamientos estrictos a gran escala, sino que aplicará restricciones "selectivas" y "locales".

Jenrick hizo esas declaraciones después de que los dominicales The Sunday Telegraph y The Sunday Times informaran de que el primer ministro, Boris Johnson, evalúa la posibilidad de que los mayores y personas de riesgo vuelvan a aislarse y de ordenar un nuevo cerrojazo en Londres para evitar una segunda ola de coronavirus.

Estos medios sostienen que el "premier" ha solicitado un plan específico de acción y que presidió el miércoles, junto a su ministro de Economía, Rishi Sunak, "una reunión de emergencia" para recrear un escenario de segunda ola, con opciones para frenar un repunte masivo de coronavirus que dañe la recuperación de la economía.

"Son solo especulaciones", subrayó ayer Jenrick, en referencia a las opciones más drásticas, que también contemplan, según esos medios, impedir la salida de los londinenses de la capital si aumenta la tasa de reproducción.

"Por lo que yo sé, no hay tal plan", insistió el ministro, quien explicó que el Gobierno sí prevé adoptar medidas "selectivas" similares a las aplicadas en los últimos días.