Ana María Piera Carbonell (Valencia, 1977) es la responsable de una investigación nacional impulsada por Semergen entre la población para conocer las repercusiones de la pandemia sobre la salud. Piera anima a responder un cuestionario que está en https://www.fac2web.com/Covid19/Formulario.jsp.

¿Esperan muchas respuestas?

Ojalá. Cuantas más personas nos ayuden, mejor. Se puede contestar un cuestionario por cada miembro de la familia. Incluso si, por desgracia, hubiera fallecido un familiar en este periodo de pandemia y se conocen con exactitud los detalles solicitados.

¿Qué beneficios reportarán estos conocimientos a la comunidad médica y al ciudadano?

Nuestro interés radica en contribuir a la caracterización clínico-epidemiológica del covid-19 en la población española, así como servir de instrumento para adecuar la respuesta de salud pública en el contexto de la pandemia. Sobre todo las medidas no farmacológicas o extrahospitalarias, que son claves y más difíciles de evaluar.

¿Cómo se ha visto la pandemia desde los centros de salud?

La pandemia ha puesto patas arriba muchas cosas y claramente la organización de la labor de los centros de atención primaria. En el manejo de toda esa incertidumbre, y con el objetivo de lograr la mayor calidad y seguridad para todos, se ha priorizado el manejo telemático de muchas cuestiones que hacíamos de forma presencial. Esto nos permite centrar el mimo en los pacientes que requieren valoración o tratamientos en los centros.

¿Alguna consecuencia positiva de la pandemia?

Quizá que nos ha ayudado a dar ese empujón que tanto tiempo llevábamos pidiendo, y veíamos tan necesario, de la autogestión por parte del profesional en el manejo de los pacientes, los tiempos y las agendas.

¿Qué es lo más significativo del impacto del covid sobre las personas?

La pandemia nos ha afectado a todos y a todos los niveles: físico, mental, social, económico... Pero no hemos más que empezado. Lo que conviene es que tengamos todos más conciencia de lo que nos afectamos los unos a los otros, y lo importante y necesario de cuidarnos todos para estar mejor todos.

¿Teme un relajamiento social excesivo en las medidas de prevención?

La verdad que sí. La libre movilidad y los vuelos entre los diferentes territorios tienen que hacernos ser más precavidos. Pero el sentir general puede ser de cansancio, hartazgo o queme, y es un cóctel que puede resultar peligroso. Lo verdaderamente difícil puede venir ahora si no aprendemos y hacemos lectura de lo vivido. La obligatoriedad de la mascarilla en la vía pública va por el buen camino.

¿En qué ámbitos y espacios observa mayores riesgo de repuntes?

Cualquiera que suponga concentración de personas sin las adecuadas medidas. El problema son, por ejemplo, las fiestas, sobre todo en espacios cerrados, o los traslados en medios cerrados y de duración, los vuelos sin una valoración clínica previa adecuada... Personalmente, entiendo que si hay dinero para viajar, conviene invertir un mínimo en una valoración más segura, de forma individualizada, previa al viaje. Las discotecas o sitios cerrados con confluencia de gente muy próxima entre sí son sitios claramente de riesgo. Hay que mantener la alerta.

¿Qué sucederá el próximo otoño?

Pues no se antoja fácil. Conviene valorar si merece la pena adelantar la campaña de vacunación de la gripe para evitar que se solapen en el tiempo casos de covid, de gripe y otras infecciones respiratorias. Otra medida muy beneficiosa sería la vacunación del neumococo. Es decisivo seguir trabajando coordinadamente. Juntos es más fácil.