Unas excavaciones en Ceuta han dejado al descubierto una muralla y una torre romana de finales del siglo II, así como otra muralla mandada construir por el emperador romano Justiniano en el siglo VI y evidencias de un terremoto de la segunda mitad del siglo VII.

Todos estos hallazgos han sido realizados durante una campaña de excavación puesta en marcha por cinco arqueólogos de la Universidad de Cádiz en el Baluarte de la Bandera de Ceuta, que han dado continuidad a otras excavaciones efectuadas en este mismo lugar desde hace seis años.

El arqueólogo y director de la excavación, Darío Bernal, ha dicho a Efe que nunca se habían encontrado "estructuras de esta época tan bien conservadas y con esta gran potencia" de la Ceuta romana de finales del siglo II o inicios del siglo III.

Darío Bernal ha destacado el valor de los hallazgos "porque se trata de restos de las murallas romanas de la ciudad, algo que no se conocía antes de comenzar a realizar las excavaciones".

Entre las estructuras halladas destaca un muro de grandes dimensiones de la época romana, más concretamente de la época Antoniana de finales del siglo II e inicios del siglo III, e incluso se ha localizado una canalización de la época con las losas que se utilizaban como tapaderas.

Estos vestigios se han datado gracias a los estratos que se asocian a la fase de construcción, así como el material cerámico utilizado en la argamasa para la construcción de esta muralla.

Además, se ha podido documentar otra muralla de tres metros de altura, también en buen estado de conservación, que puede tratarse de una muralla bizantina que podría fecharse en el siglo VI. "Pensamos que este muralla es la que mandó construir Justiniano en el segundo cuarto del siglo VI", ha apuntado Darío Bernal, quien ha dicho que "hasta que no se avance más en los trabajos de excavación en las próximas dos semanas lo que tenemos ahora es el ángulo de una muralla romana, al que se le adosa una torre y donde posteriormente se construye otra muralla en el siglo VI".

En las excavaciones se ha podido constatar que en la segunda mitad del siglo VII Ceuta sufrió un terremoto. "Dicho terremoto provocó que parte del muro romano hallado se encuentre desplazado y con numerosas grietas, no llegando a desplomarse gracias a unos paquetes de tierra sobre los que el muro descansó tras el seísmo", ha puntualizado.

Ha sido precisamente el estudio realizado sobre el proceso de formación de estos paquetes de tierra o de esos estratos el que ha determinado cuándo pudo haberse producido dicho terremoto, que provocó la separación de la torre existente de la muralla. Los arqueólogos también han localizado un importante número de material, sobre todo cerámica.

El arqueólogo ha señalado que todos estos hallazgos serán "muy importantes" para musealizar este yacimiento como es la intención del Gobierno autonómico. Ha explicado que una antropóloga visitará la excavación ya que también se han encontrado restos óseos, exactamente donde se ha hallado el paño de muralla bizantina.

Los expertos han destacado que los restos están muy bien conservados al estar dentro del conjunto monumental de las Murallas Reales de la época portuguesa (siglo XIV).