Blas Trujillo, consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, admite que la escasez de inspectores sanitarios, la falta de medios para desarrollar su trabajo y sus precarias condiciones laborales constituyen una situación "insólita" que es preciso corregir. No solo ellos, sino todos los integrantes del departamento de Salud Pública del Gobierno de Canarias "han hecho una labor inimaginable, vistas las carencias que tienen", con ocasión de la pandemia, dijo Trujillo en la Comisión de Sanidad del Parlamento de Canarias.

Trujillo respondió a dos preguntas sobre la inspección sanitaria por parte de la diputada de NC Sandra Hormiga y del diputado del PP Carlos Ester, quienes denunciaron que Canarias cuenta con un inspector sanitario por cada 25.000 habitantes, cuando la media española es de uno por cada 12.500, y que son el mismo número de profesionales desde hace veinte años. Además, se trata de los profesionales encargados de inspeccionar el cumplimiento de las normas sanitarias en unos momentos tan difíciles por la incidencia del Covid-19, coincidieron.

Estos inspectores tienen cortado el acceso a la carrera profesional, están mal retribuidos, se desplazan en sus propios vehículos o en guagua e incluso utilizan sus propios equipos informáticos, denunciaron los diputados, y el consejero coincidió en el diagnóstico y mostró su sorpresa al llegar al cargo por estas condiciones.

Blas Trujillo mantuvo recientemente un encuentro con los representantes del colectivo y constató la escasez de plantilla, la baja retribución, la falta de acceso a la carrera profesional, la ausencia de medios de transporte y la escasez de medios informáticos. De momento, se ha abierto una mesa general de negociación para abordar todos estos asuntos, dijo el consejero, y anunció que hay previstos dos procesos para incorporar más personal, hasta veinte plazas entre farmacéuticos y veterinarios.

Atención pediátrica. Trujillo, asimismo, avanza que su área de gestión podría estudiar elevar la atención pediátrica hasta los 18 años, lo que supondría cambiar la Ley de ordenación sanitaria, pero añadió que por la falta de pediatras, quizás, no sea el momento adecuado.

El consejero de Sanidad contestó en el Parlamento a una pregunta de la diputada de ASG Melodie Mendoza, quien demandó elevar la edad desde los 14 a los 16 años para que los pacientes permanezcan en los hospitales materno-infantiles y no tengan que pasar directamente a integrarse con los adultos en las unidades hospitalarias generales. Mendoza dijo que poner a menores a convivir con las duras situaciones con las que se encuentran en las urgencias, en algunos casos con personas agonizando, es "inhumano".

Atención temprana. Las dos primeras Unidades de Atención Temprana de Canarias, puestas en marcha el pasado 1 de julio en coordinación entre las Consejerías de Sanidad, Educación y de Derechos Sociales, han citado ya a los primeros 36 pacientes, niños y niñas de hasta seis años de edad que precisan de intervención especializada por presentar algún tipo de trastorno en su desarrollo.

Pacientes oncológicos. En la misma comisión parlamentaria, Blas Trujillo señaló que la atención a pacientes oncológicos en Fuerteventura podrá dar "un salto extraordinario" con la instalación de radioterapia, la finalización de las obras del búnker en el Hospital Virgen de la Peña y, en tercer lugar, con la organización de la unidad satélite del área de oncología radioterápica.