La Comisión Europea ha dejado a las dos universidades públicas canarias fuera del supercampus que desde hace unos años se está creando en el Viejo Continente. Las universidades de La Laguna (ULL) y Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) optaron este año por segunda vez a la iniciativa Universidades Europeas pero finalmente no han logrado colarse entre las 24 alianzas seleccionadas. Las instituciones canarias participaron con un proyecto común junto con otras regiones ultraperiféricas (RUP) que, bajo la denominación de Campus RUP, pretendía ofrecer a estudiantes e investigadores la posibilidad formarse entre siete universidades de la zona de Antillas, Azores, Guayana, Madeira, Reunión y Canarias.

El programa Erasmus+ que incluye la iniciativa Universidades Europeas demuestra con esta convocatoria que es mucho más que un plan de movilidad. Y es que también incluye acciones de innovación, investigación, procesos de enseñanza y aprendizaje, inclusión social y acciones políticas. Todo ello con el objetivo de lograr la cohesión de la Unión Europea y la generación de identidad.

Este plan incluye acciones políticas y estratégicas a las que recientemente se sumó esta nueva estrategia para la creación del supercampus. A través de esta línea, se anima a la creación de títulos conjuntos entre varias universidades para que los estudiantes puedan moverse libremente por estas instituciones sin necesidad de realizar un proceso de movilidad, sino simplemente con un carnet. Se trata de iniciativas creadas especialmente para cursar estudios de máster, lo que fomenta la movilidad durante la realización de las prácticas.

Para este nuevo año, la Unión Europea convocó ayudas hasta para 24 alianzas y se presentaron 62 proyectos. La vicerrectora de Proyección, Internacionalización y Cooperación de la ULL, Lidia Cabrera, reconoce por tanto que se trata de una convocatoria muy competitiva y anima a sus compañeros a continuar trabajando en este sentido porque "es un proyecto por el que debemos apostar". Pero alerta de que no se trata de un plan en el que solo participen universidades, sino que los programas deben estar avalados por las administraciones públicas ya que requieren de todo un tejido social para el apoyo económico y para el desarrollo de prácticas.

Bajo el punto de vista de Cabrera, "dimos forma a un proyecto muy bonito con el que pretendíamos unir a las regiones ultraperiféricas que compartimos una misma singularidad y donde la movilidad es más complicada". La candidatura ofrecía 50.000 estudiantes entre siete universidades de Antillas, Azores, Guayana, Madeira, La Reunión, La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria.

Aunar fuerzas

La decisión de aunar fuerzas con regiones francesas fue un punto a favor de esta propuesta pero al mismo tiempo supuso una debilidad porque "implica al continente americano e islas como Reunión están excesivamente lejos, lo que dificulta que se cree una conciencia europea", explica Cabrera, quien añade que el trabajo se ha realizado con otras universidades muy pequeñas puesto que, en este grupo, los centros más potentes son los dos ubicados en Canarias. "Nos deberíamos unir a universidades del continente para crear un nexo de unión con Europa porque estamos muy lejos", explica la vicerrectora de Proyección, Internacionalización y Cooperación. De todos modos, el proyecto presentado por este grupo de universidades se valoró con 75 puntos sobre 100 pero "se consideró que estaba inmaduro en cuanto al impacto social", indica Cabrera.

Ahora este grupo de universidades debe valorar si desea presentarse a una tercera convocatoria con un proyecto conjunto. Lidia Cabrera avanza que "deberíamos seguir intentándolo pero con una línea totalmente nueva". Para lograr ser una de las alianzas seleccionadas, la vicerrectora reclama el apoyo de la comunidad universitaria y también de las administraciones locales porque "es un trabajo que va a llevar mucho tiempo y necesitamos nuevos socios. Tenemos que trabajar con el continente y no con otras islas". "No podemos construir una conciencia europea en ultramar", sostiene la vicerrectora quien sostiene que "no nos queremos quedar como una universidad residual sino una universidad europea, porque ese es el futuro".