Cruz Roja en la provincia de Santa Cruz de Tenerife ultima el reparto de 310.760 kilos de alimentos entre las personas más vulnerables dentro de la primera fase del Programa 2020 de Ayuda Alimentaria. De este total, 226.836 kg. se repartirán en Tenerife, 65.258 en La Palma, 12.436 en El Hierro y 6.229 en La Gomera.

Este Programa, cofinanciado en un 85% por el Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD) y en un 15% por el presupuesto nacional, incluye la distribución total de más de 88,4 millones de kilos de alimentos en todo el territorio nacional. La distribución de los alimentos la llevan a cabo Cruz Roja Española y la Federación Española de Bancos de Alimentos, un 50% cada organización.

Desde el centro de almacenamiento ubicado en el Muelle Ribera de S/C de Tenerife, Cruz Roja distribuirá a 50 entidades asociadas de reparto, 12 de las cuales son asambleas locales de Cruz Roja, 3 entidades-asociaciones y el resto consistorios, que harán llegar estos alimentos a 15.034 personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad (de ellas el 439 son lactantes), de forma que estas puedan preparar fácilmente una comida completa para una persona o para una familia con varios miembros, incluidos bebés.

Los alimentos son de carácter básico, no perecederos, de fácil transporte y almacenamiento. La cesta de alimentos de este año tendrá los siguientes productos: alubias cocidas, pasta alimenticia macarrón, macedonia de verduras en conserva, fruta en conserva, atún y sardinas en conservas, conserva de cerdo (magro), batidos de chocolate, arroz blanco, leche UHT, tomate frito, galletas, tarritos infantiles de fruta y de pollo, y aceite de oliva.

El pasado 21 de mayo concluyó la tercera fase del programa de ayuda alimentaria 2019, fase que se desarrolló en pleno estado de alarma por la emergencia sanitaria Covid-19. Las Organizaciones de Reparto (OAR) han tenido diferentes dificultades para hacer llegar los alimentos a las personas beneficiarias. Entre los principales problemas cabe destacar que los miembros de las organizaciones pertenecen principalmente al colectivo de riesgo de las personas mayores, no disponían de equipos EPI, ni tenían posibilidades para llevar a cabo los repartos asegurando las medidas de seguridad e higiene: el 38% de las Organizaciones de reparto tenían dificultades para repartir los alimentos de la 3ª fase del programa FEAD.