Con la llegada del verano y episodios de altas temperaturas aumenta el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el calor como la insolación y el golpe de calor, por lo que el Servicio de Urgencias Canario (SUC) recuerda la importancia de actuar ante la aparición de los primeros síntomas, que varían en función de la gravedad del cuadro, para evitar situaciones de emergencia que hagan peligrar la vida de las personas.

Una insolación puede manifestarse de varias formas. En los casos de menor gravedad, la persona puede presentar dolor de cabeza, cara congestionada, sensación de fatiga, náuseas o vómitos, sed intensa y sudoración abundante, mientras que en los casos graves no existe sudoración, sino que la piel está seca, caliente y enrojecida. Además, hay riesgo de convulsionar, sobre todo, en los niños menores de tres años, y de provocar alteraciones de conciencia, destaca el organismo de pendiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno regional.

Ante la aparición de los primeros síntomas hay que colocar a la persona afectada a la sombra, en un lugar fresco y ventilado. A continuación, se recomienda poner paños húmedos en la frente, muñecas e ingles y suministrar agua, pero bebiéndola a pequeños sorbos. Asimismo, se debe colocar a la persona tumbada boca arriba con las piernas ligeramente levantadas y la cabeza ladeada.

Solo en el caso de que exista una alteración de la conciencia no se debe suministrar ni comida ni agua. En ese caso, cuando los síntomas fueran más graves -como tener la piel seca y caliente o presentar convulsiones-, hay que alertar al teléfono de emergencias 1-1-2, donde los médicos del SUC indicarán cómo actuar hasta la llegada de un recurso sanitario.

No obstante, el SUC hace hincapié en la prevención. Por ello, hay que estar atentos a las alertas por altas temperaturas y seguir las recomendaciones preventivas que establece el Gobierno de Canarias como evitar la exposición al sol en horas de mayor intensidad -de 12:00 a 17:00 horas-, utilizar gorras, ropa fresca, no realizar ejercicio físico intenso bajo el sol o en las horas de más calor y tomar líquidos con frecuencia, como el agua.