La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó ayer parte de los resultados españoles del Informe PISA, prevista para el próximo 3 de diciembre, y atribuye las anomalías detectadas a que "varios estudiantes se mostraron negativamente dispuestos hacia la prueba PISA y no hicieron todo lo posible para demostrar su competencia" porque la evaluación coincidió con otros exámenes de la ESO. Canarias se sitúa en lectura como la decimocuarta comunidad con 472 puntos, una de las últimas.

Así explica ahora el organismo las causas del comportamiento "anómalo" de las respuestas a la prueba de lectura que, a su juicio, no reflejaban "el nivel real de competencia de los estudiantes". En muchos casos, los estudiantes contestaron la sección de fluidez lectora de manera apresurada, empleando menos de 25 segundos en total para responder más de 20 preguntas" y respondiendo "siguiendo ciertos patrones" como "todas sí o todas no", indicó la OCDE, señalando que esta representa la principal anomalía de las pruebas.

Según los datos de lectura correspondientes a España del informe PISA 2018, la media española en lectura desciende 19 puntos respecto al año 2015, al pasar de los 496 a un total de 477 en 2018. La cifra es, como indica el organismo, "significativamente" inferior a la de la media OCDE (487) y al Total Unión Europea (489). Asimismo, el informe pone de relieve que la evolución del rendimiento en lectura desde el año 2000 se muestra estable en el promedio de los países de la OCDE, mientras el rendimiento del alumnado español presenta "continuas oscilaciones", y en el ciclo PISA 2018 (476,5) refleja valores similares a los de 2003 y 2009, pero alejados del máximo de 2015 (495,6).

Respecto a las diferencias de rendimiento por género, la OCDE destaca que en España los chicos (464) alcanzan una puntuación media 26 puntos por debajo de la de las chicas (490), de forma similar a países como Alemania o Hungría, entre otros.