A la falta de agilidad y transparencia en el diseño del protocolo sanitario para la vuelta a las aulas el próximo curso 2020/2021 en Canarias en el contexto de la Covid-19, que la Consejería de Educación que preside Manuela Armas presentaría por fin hoy, se suma la falta de negociación previa con los sindicatos, con quienes la Consejería se reunió por primera vez ayer, y también la ausencia de comunicación con las asociaciones de madres y padres.

Esto último ha supuesto la paralización forzosa del trabajo interno que realizaban las comisiones de trabajo de los colegios e institutos por parte de docentes y AMPAs para preparar y acondicionar los centros de cara al inicio del próximo curso, después de varios intentos de establecer contacto con la actual consejera de Educación a través de su secretaría. "El mes de julio se acaba con todo por hacer", declara Sergio de la Fe, vicepresidente de la Confederación de Federaciones de Madres y Padres de Canarias (Confapa), quien hace hincapié en que este tiempo perdido desemboca en el inicio de las vacaciones de verano de los equipos educativos en apenas una semana. "El próximo mes de agosto se baja la persiana y no retomaremos nada hasta septiembre, por lo que hemos perdido un tiempo valiosísimo", apunta.

A este respecto, De la Fe recuerda que meses atrás se trabajó "muy breve pero intensamente" con el exconsejero en funciones José Antonio Valbuena en la formación de comisiones y subcomisiones para "establecer directrices y protocolos, tal como recomendaba el Ministerio de Sanidad, para adaptar la escuela pública a la situación excepcional del coronavirus". "En el caso de mi colegio, sí logramos crear una mesa de trabajo y ya estábamos trabajando en planes de contingencia para adecuar el centro de cara al inicio del curso en septiembre, pero la noticia sobre que el protocolo se ha ultimado de forma unilateral ha vuelto a paralizar nuestro trabajo, a lo que se une ahora el parón de agosto". En este sentido, ante el vacío de la consejería a sindicatos y familias, "hemos ido viendo cómo, centro a centro, la actividad tendía a cero a medida que nos acercábamos al mes de agosto sin poder continuar, porque podíamos malgastando tiempo, dinero y recursos que no tenemos".

La Consejería de Educación publicó el pasado viernes las instrucciones para la impartición de las materias de ESO y Bachillerato para el próximo curso, como documento previo a la presentación del Protocolo de prevención y organización para el desarrollo de la actividad educativa presencial en centros educativos no universitarios de Canarias, curso 2020/2021, que suscriben las consejerías de Sanidad y de Educación para proteger la salud de la comunidad educativa. Pero "lo intolerable", en palabras de De la Fe, al respecto de esta falta de diálogo que también denunciaron los sindicatos educativos de Canarias, es que "ahora no sabemos si todo el trabajo que hemos llevado a cabo puede quedar en papel mojado porque no se corresponde con lo que se va a legislar".

Además, pese a que el inicio de las clases se retrasa al 15 de septiembre, De la Fe manifiesta que "las familias tememos que incluso esta fecha sea demasiado optimista, porque el 1 de septiembre habrá que empezar a actuar desde cero en cada centro de manera local para afinar todas esas medidas", pues "una vez que tengamos el protocolo en mano, no serán más que generalidades que tendremos que adaptar a las condiciones y circunstancias de cada centro educativo".

Con todo, ayer se reunió el Consejo Escolar de Canarias para la conformación de las comisiones y subcomisiones que deben abordar "la nueva normalidad" en la escuela pública de Infancia a Bachillerato. "Me llega que, como esta consejería de Educación no ha hecho su trabajo y no ha sido la garante de la designación de los representantes en las distintas subcomisiones, está costando mucho llegar a un consenso, lo cual va a retrasar todavía más el trabajo, y ese es otro fracaso de la inacción de la consejería".