La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias mostró ayer su "preocupación" por el peligro de contagios del coronavirus Covid-19 que suponen las fiestas "no reguladas" detectadas en diferentes puntos de las Islas en las últimas semanas. "El mundo empresarial del ocio en Canarias está cumpliendo con las medidas marcadas por el Gobierno regional, pero el ocio no reglado es el que realmente nos preocupa porque es donde se están dando las mayores prácticas de riesgo actualmente", aseguró ayer el consejero, Blas Trujillo.

El responsable canario de Sanidad anunció medidas inmediatas para evitar estos focos de riesgo: "Un mayor control por parte del Gobierno de Canarias para perseguir y sancionar duramente este tipo de fiestas privadas que son un auténtico foco de transmisión del virus y que ponen en riesgo la salud de todos". Ante esta realidad, Trujillo lanzó un llamamiento a la ciudadanía para que "no acuda a ese tipo de encuentros y a que denuncie aquellos que puedan resultar sospechosos".

Son varias las celebraciones que han generado alarma entre la ciudadanía en el Archipiélago y duras críticas contra los organizadores y asistentes por el nulo respeto a las normas sanitarias para evitar nuevos brotes de Covid-19. Son fiestas que se llevan a cabo con gran afluencia de un público que no lleva mascarilla, ni guarda la distancia de seguridad recomendada. La semana pasada, varios vídeos denunciaron en Twitter la organización en Tenerife de una fiesta al aire libre en la que no se respetaron las distancias de seguridad. Eso sí, los DJ que actuaron en esta celebración fueron los únicos que se pusieron mascarillas.

El último caso ocurrió el domingo en un barco de recreo que recorrió la costa de Mogán, en Gran Canaria, donde se produjo una fiesta privada a la que acudieron más de medio centenar de personas. El propietario de la embarcación aclaró que puso todos los medios a disposición de los clientes, pero que estos hicieron caso omiso a las advertencias sobre los riesgos y la posible imposición de sanciones, según informó la Televisión Canaria.

Otro caso ocurrió en Maspalomas, también en Gran Canaria. La dirección de L'olas tuvo que salir al paso de las críticas recibidas por la aglomeración de asistentes sin ninguna medida de seguridad: "Dada la controversia generada por la aglomeración de público en el exterior de nuestro local, en la playa de Maspalomas, se anulan todas las fiestas para evitar estas situaciones. Las celebraciones privadas que se deseen realizar deberán hacerse previa reserva".

Según recuerda Sanidad en un comunicado, el acuerdo por el que se actualizan determinadas medidas de prevención para hacer frente a la crisis sanitaria fija que las discotecas y demás establecimientos de ocio nocturno podrán abrir al público exclusivamente para consumo sentado de pie y siempre en reservados nominativos. El aforo en terrazas al aire libre será del 100% y discotecas y ocio nocturno en el interior de 70%, con un límite máximo de 300 personas para lugares cerrados y de 1.000 para actividades al aire libre, siempre manteniendo la distancia interpersonal o, en su defecto, el uso de mascarilla.

El acceso se realizará mediante entradas nominativas en reservados de grupos de hasta 8 personas de su entorno social o familiar sentado o de pie y el consumo será directamente servido en cada reservado. En locales con pista de baile, este espacio será ocupado con mesas o reservados, quedando prohibido dedicar dicho espacio a su uso habitual.

La norma además establece que será el personal de seguridad quien velará por que se respete la distancia interpersonal y evitará la formación de grupos numerosos y aglomeraciones, prestando especial atención a las zonas de acceso e inmediaciones, así como cualquier otra donde no se respete la distancia interpersonal. Asimismo, los locales deberán disponer de ventilación natural frecuente o, en caso de usar aire acondicionado, se garantizará una renovación suficiente del aire, captando el aire exterior en un lugar apropiado.