Aqualia acaba de presentar su Informe de Sostenibilidad 2019, realizado tras un laborioso análisis de materialidad y un profundo proceso de escucha activa a más de 18.000 personas de entre sus grupos de interés, que han permitido a la compañía conocer y medir los impactos más relevantes de su actividad.

Bajo el título #Escucha, el documento integra el desempeño de Aqualia frente a la emergencia climática, la escasez hídrica y las desigualdades en el acceso al agua, los tres campos de acción que engloban las principales preocupaciones y expectativas de todos los públicos involucrados en su operativa de negocio, a los que Aqualia responde desde una apuesta por la circularidad del agua y desde la perspectiva colaborativa. Cabe destacar que la investigación finalizó cuando solo se intuía el impacto social del Covid-19. Sin embargo, asuntos como la calidad del agua, la seguridad y la salud ya fueron considerados temas materiales muy relevantes.

Las mismas cuestiones aparecen en la entrevista a Félix Parra, CEO de Aqualia, con la que abre el Informe. "Hace tiempo que comprendimos la interdependencia entre el equilibrio medioambiental y el bienestar social. Si aplicamos nuestra capacidad de innovación y transformación a la gestión integral del agua, repercutiremos directamente en la vida de las personas", sostiene el directivo, que repasa los retos y desafíos de la compañía frente a la Agenda 20-30.

Tras haber identificado y priorizado en 2018 los Objetivos de Desarrollo Sostenible con los que la compañía está comprometida, este año el informe da un paso más, aportando métricas sobre la contribución a estos objetivos, en base a un enfoque de triple balance y glocal, término que alude a la interrelación de los aspectos globales e impactos locales.

Además, por primera vez, Aqualia ha aplicado en la elaboración del informe la metodología propuesta por International Integrated Reporting Council (IIRC), coalición global de reguladores, inversores, empresas, emisores de normas, profesionales contables y ONG, cuyo objetivo es evolucionar en el reporting corporativo hacia la creación de valor: mejorando la información disponible para los proveedores de capital financiero, promoviendo un enfoque de la sostenibilidad, a través de la rendición de cuentas de la compañía en base a los capitales -financiero, intelectual, humano, natural, social, etc.- y apoyando el pensamiento integrado para la toma de decisiones que enfoquen la creación de valor en el corto, medio y largo plazo.

Entre los hitos de la compañía alcanzados este último año, destacan sus esfuerzos para impulsar una transición ecológica justa que disminuya el consumo hídrico y energético. Además de haber reducido en un 13,8% su huella de carbono, Aqualia está trabajando para transformar las EDAR en biofactorías y para acelerar las soluciones digitales gracias a plataformas para la digitalización global del ciclo integral del agua como Aqualia LIVE, que mejora considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos.