El ránking de universidades españolas que cada año publican la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) coloca a la enseñanza superior de Canarias en penúltimo lugar del país en rendimiento, con 82 puntos sobre una media de 100, solo por delante de Castilla-La Mancha.

A la cabeza del rendimiento universitario del país, están los sistemas de educación superior de Cataluña, con 118 puntos sobre una media nacional de 100; Cantabria, con 114; y Navarra, con 106.

En cambio, cierran la clasificación Extremadura y Canarias, igualadas con 82 puntos, y Castilla-La Mancha, con 80.

En cuanto al rendimiento de cada universidad, a la cabeza del ránking general está la Universidad Pompeu Fabra, con una valoración de 1,5 puntos. Las Universidades de La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria ocupan el puesto séptimo, igualadas con varias más y una valoración de 0,9, y la Europea de Canarias, el undécimo, con 0,5.

En docencia, las mejores universidades del país son las de Mondragón, Carlos III, Navarra, Europea de Madrid, Internacional de La Rioja, Politécnica de Catalunya, Politécnica de València y Ramón Llull, todas con una puntuación de 1,3.

En este apartado, la Universidad Europea de Canarias ocupa el puesto tercero, con un 1,1; la de Las Palmas de Gran Canaria, el quinto, con un 0,9; y la de La Laguna, el sexto, con un 0,8.

En cuanto investigación e innovación, la mejor universidad de España es la Pompeu Fabra, con una valoración de 1,9. La Universidad de La Laguna está en décima posición, con un 1,0; la de Las Palmas de Gran Canaria en undécima, con un 0,9; y la Europea de Canarias en décimo sexto y penúltimo lugar, con un 0,2.

Finalmente, en cuanto inserción laboral de sus alumnos, la más efectiva en ese ámbito es la Universidad Internacional Isabel I de Castilla. La ULPGC está en el puesto 44 y la ULL, en el 62.

En el conjunto de España, las universidades públicas encabezan la generación de conocimiento y las privadas lideran resultados docentes e inserción laboral, según el U-Ranking 2020, en el que se especifica que Medicina, Podología, Óptica y Optometría, Farmacia y Enfermería son las cinco titulaciones con mejor empleabilidad.

La octava edición de este "ranking" elaborado por el Ivie y la Fundación BBVA vuelve a posicionar a la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona en el primer puesto de la clasificación global.

Le siguen la Universidad Carlos III de Madrid, la Universidad Autónoma de Barcelona y las Politécnicas de Cataluña y de Valencia.

La primera universidad privada situada es la de Navarra, formando parte de un grupo que completa las diez primeras posiciones con la Autónoma de Madrid, la Universidad de Cantabria, la Universidad de Barcelona y la Rovira y Virgili de Tarragona.

Se han analizado 70 universidades (48 públicas y 22 privadas) mediante el seguimiento de 20 indicadores distintos y se ha incluido un estudio de empleabilidad de los titulados.

En todas las ramas, excepto en Ciencias de la Salud, las universidades privadas superan a las públicas en los indicadores de inserción laboral.

Las ventajas son importantes, sobre todo, en Ciencias Sociales y Jurídicas, especialización que atrae más alumnos y en la que las universidades privadas concentran el 62 % de sus graduados.

Sin embargo, las cinco titulaciones con mejor inserción son Medicina, Podología, Óptica y Optometría, Farmacia y Enfermería, que pertenecen al área de Salud, en la que son "notables" las fortalezas de las universidades públicas.

La Universidad de Navarra, en compañía de la del País Vasco, Cantabria y la Pública de Navarra lideran el "ranking" de inserción laboral en Ciencias de la Salud.

El "ranking" de empleabilidad por titulaciones continúa con estudios relacionados con las ingenierías.

Por el contrario, cierran esta clasificación los estudios de Turismo, Gestión y Administración pública y Bellas Artes.

La empleabilidad de un titulado se potencia con la adquisición de conocimientos, competencias, habilidades y capacidades, que facilitan el aprovechamiento de su formación para ejercer adecuadamente la profesión para la que un título habilita, según este "ranking" dirigido por Francisco Pérez, director de Investigación del Ivie, y Joaquín Aldás, profesor investigador del Ivie, ambos catedráticos de la Universidad de Valencia.

Asimismo, la inserción laboral de los titulados depende de la contribución de las universidades a su empleabilidad y de otros factores que la universidad no controla directamente, como el entorno sociolaboral de los graduados, la localización de la universidad o el momento del ciclo económico.

Con datos de la situación en 2018 de los graduados cuatro años antes (curso 2013-14), en casi todas las ramas, las universidades privadas superan a las públicas en los indicadores de inserción laboral.

Las ventajas son importantes, sobre todo, en Ciencias Sociales y Jurídicas, pero también es notable en Ingeniería y Arquitectura.

En las universidades públicas los resultados de inserción laboral solo son mejores que en las privadas en Ciencias de la Salud.

Las ventajas en la inserción de las universidades privadas son, en general, mayores al año de la graduación pero la diferencia se va diluyendo con el paso del tiempo.

Aún así, a los cuatro años, la tasa de afiliación de los graduados de privadas es 4,5 puntos porcentuales superior (al año de titularse eran de 14 puntos), el porcentaje de cotizantes en grupos compatibles con una titulación universitaria es 15,4 puntos superior (al año, 20,8 puntos) y sus bases medias anuales de cotización son 3.547 euros más elevadas (frente a 4.895 euros el primer año).

Las claves del éxito en la empleabilidad de las privadas estriba en una atención más personalizada a los graduados, acompañándolos en la búsqueda de empleo, redes de antiguos alumnos más densas y activas, y una concentración de la oferta en títulos más empleables, al no asumir la función de servicio público de atender todas las ramas del conocimiento.

Además, la concentración de la oferta privada en áreas geográficas más prósperas acaba implicando mayor oferta de empleo y bases de cotización superiores.

Y también influye una extracción social más alta de las familias de los graduados, que han podido pagar matrículas más elevadas y cuentan con ventajas relacionales en un mercado de trabajo donde la recomendación de amigos y familiares sigue siendo un activo clave.

Por otra parte, hay diferencias de rendimiento entre los sistemas universitarios regionales, donde se refleja la heterogeneidad de las universidades y existe una diferencia de 38 puntos entre la comunidad con mayor y menor rendimiento: los sistemas más potentes son el catalán, el cántabro y el navarro; en el lado contrario Extremadura y Castilla-La Mancha.

Este "ranking" sirve también para que cada persona construya una clasificación propia para elegir estudios (www.u-ranking.es).