¿Qué tal el aterrizaje en la Consejería de Sanidad?

Hombre... el aterrizaje ha sido intenso. Apenas un día después de tomar posesión del cargo, tuve Consejo Interterritorial y el pasado jueves, Consejo de Gobierno. Pero es lo que esperaba en cualquier caso con la responsabilidad que conlleva esta consejería y ahora más que nunca con la pandemia.

Ha sido todo muy rápido, dice que se lo esperaba, ¿se lo esperaba con tal intensidad? ¿Estaba preparado para esto?

No. No me esperaba nada del nombramiento. Empecé a ver noticias en el periódico y pensé que estaban usando el nombre de uno para determinadas cosas. Ni se me pasaba a mí por la cabeza esto, ya que estaba en otras responsabilidades y tareas. Me llamó el presidente [Ángel Víctor Torres] para pedírmelo y, en una situación como la actual, no se puede decir que no.

En su carrera política no ha estado asociado nunca a un puesto relacionado con la gestión sanitaria, ¿cómo recibe estas nuevas responsabilidades?

Cierto. La relación que he tenido en el ámbito sanitario ha sido estrictamente económica-financiera o presupuestaria. Pero al final no deja de ser una organización en la que, para ponerte al frente, lo que tienes que tener es capacidad de gestión, además de rodearte de los mejores y de los que sepan ya sobre elementos concretos.

De hecho, ha elegido como director del Servicio Canario de la Salud al economista Alberto Pazos, ¿cuáles son las líneas con las que pilotará la gestión de la sanidad, dado que tanto su perfil como el de Pazos son muy económicos?

El perfil económico siempre es importante (risas). Luego viene el perfil médico, que lo confieren los diferentes gestores y directores dentro de la propia estructura del servicio. Alberto Pazos es una garantía puesto que es una persona que conoce profundamente nuestro sistema sanitario por el tiempo que estuvo asociado a Insalud. Antes le hablaba de mi asociación al tema económico y presupuestario, pero dejaba atrás el hecho de que fui durante una serie de años el representante de la UGT en la Comisión Ejecutiva Provincial de Insalud en Las Palmas. Ahí no solo se debatía de número sino fundamentalmente de política sanitaria. En cuanto a las tareas, ahora mismo hay una primera y obvia prioridad: continuar haciendo frente a la pandemia. Todavía no la hemos superado, ni mucho menos. Por eso, aprovecho para hacer un llamamiento a la población para que extreme todas las medidas de cautela que puedan ejercer, ya que el virus lo seguimos teniendo ahí y en cualquier momento podemos ser víctimas de un nuevo rebrote. Eso debemos evitarlo al máximo y nuestro comportamiento es fundamental para conseguirlo. En segundo lugar se encuentran las propias necesidades del sistema, en Atención Primaria o en los hospitales. Por ejemplo, ahora se pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar nuestro equipo de salud pública. Pero hay otro elemento clave, y es el de conseguir mejorar la situación laboral de la plantilla del SCS, que arrastra un 70% de temporalidad. Hay que hacer el esfuerzo para revertir esa situación.

¿El presupuesto actual es suficiente para las tareas que se deben llevar a cabo?

Precisamente estamos haciendo un cuadro presupuestario para conocer a qué atenernos en Sanidad y ya le he pedido también a nuestro consejero de Hacienda saber cuál es el cuadro económico general en el que nos movemos como Comunidad Autónoma. A nadie se le escapa que el presupuesto aprobado para este año es prácticamente ficticio, todos los parámetros se han caído. El cuadro de ingresos no tiene nada que ver con la realidad y, por consiguiente, el cuadro de gastos tendrá que adaptarse necesariamente a él. Tendremos, además, que tener en cuenta que el Gobierno autonómico ha establecido como prioritarias en el Pacto de Reconstrucción de Canarias la Sanidad, la Educación y los Asuntos Sociales. Eso sí, no podemos olvidar la importancia de impulsar sí o sí nuestra maquinaria económica porque si no lo hacemos, no vamos a disponer de recursos ni para las prioridades ni para nada.

Antes deslizaba que existen deficiencias en Salud Pública, ¿cuáles son?

Se lo voy a decir sin eufemismos. Podemos presumir del trabajo hecho por nuestra Salud Pública en la pandemia. De hecho, estamos a la cabeza del Estado en el trabajo bien hecho, y lo afirmo con rotundidad. Pero con la misma rotundidad digo que sorprenden las carencias que tiene nuestra área de Salud Pública. Una situación que, por otra parte, acrecienta el mérito de habernos puesto a la cabeza. Visité ayer [por el jueves] las instalaciones en Tenerife y me asombra que hayan sido capaces de hacer -y que sigan haciendo- lo que hacen. Así que esa va a ser otra prioridad en el nuevo marco de objetivos de la consejería: mejorar las dotaciones del área de Salud Pública.

¿Qué más objetivos destacaría como tareas a priorizar en el escenario actual?

Evidentemente tenemos dos cosas encima de la mesa que urgen. Hay que mejorar toda la situación de la red de Atención Primaria puesto que va a jugar un papel muy importante en esta nueva situación. Y, cómo no, esa realidad que ha quedado relegada a un segundo plano como consecuencia del protagonismo desgraciado de este virus, que son las listas de espera. Simultáneamente, queremos empezar a imbuir en la población la necesidad de ser más responsables, y no solo por la pandemia o por una cuestión individual, sino por la racionalización de los recursos sanitarios. Si somos capaces de usar mejor las prestaciones del servicio, podremos liberar más recursos para dirigirlos a aquellas personas que francamente lo necesiten.

Usted viene del Consejo Económico y Social (CES), ¿qué cree que puede aportar dicha experiencia a su puesto actual?

Una de las primeras cuestiones es el diálogo. Creo que más que nunca se necesita del esfuerzo de todos -partidos políticos, prescriptores económicos y sociales y la sociedad en su conjunto- para conseguir dar una respuesta eficaz a esta situación. Vivimos un momento trascendental que requiere de lo mejor de todos nosotros. Por eso yo apelo a que se tenga esa amplitud de miras y entre todos podamos sumar. Además, durante mi trayectoria en el CES nos ha tocado informar sobre algunos planes de la Consejería de Sanidad, como el Plan de Salud Mental o el Plan de Urgencias.

De esos planes que menciona, ¿hay alguno que podría rescatar durante su gestión?

Todo este tema de la planificación, en una situación como esta, obviamente requiere de una revisión a fondo y una puesta al día.

Se lo digo porque hay muchos planes que se han quedado en un cajón y la pandemia puede ser un buen momento para abrir esas gavetas para ver qué se ha hecho ya, y así evitar realizar un doble esfuerzo.

Sí, sí. Estás hablando con un obseso de eso. Tenemos un pequeño servicio dentro de la Consejería de Hacienda en el que disponemos de una cantidad de informes de las materias más variopintas. Muchas de ellas, de hecho, son de rabiosa actualidad o al menos, en gran parte, de muchísima utilidad. Están ahí encajonados habiendo costado una cantidad grande de recursos a nuestra Comunidad Autónoma. Por eso, sería bueno que no solo en el área sanitaria, sino en el conjunto de las consejerías, se hiciera un repaso para ver qué hay de útil de todo ese dinero gastado.

Ahora mismo el reto por excelencia es la gestión de la pandemia y estar preparados para la segunda ola, ¿qué es lo más urgente en ese refuerzo a la sanidad canaria?

Precisamente es uno de los temas que se trataron en el Consejo Interterritorial. Lo que se vio es que debemos mantener la actitud de alerta ciudadana permanente y no bajar la guardia, al menos hasta el próximo año. Es decir, un año más. Ojalá sea menos. Debemos interiorizar los automatismos propios que nos exigen, a saber, estar pendientes de una mascarilla o de si nos tenemos que separar. Eso va a convivir con nosotros de una manera habitual y normal. Luego hay tres vectores que pueden generar un posible brote y que, además , se van a dar. En Canarias los vectores por los que puede suceder son, fundamentalmente, la inmigración y el turismo. Respecto a la primera, hemos detectado unos cuantos casos que, gracias a la realización protocolizada de PCR a todos los migrantes que llegan, hemos resuelto con prontitud. El otro vector obviamente es la apertura de los movimientos de todas las personas a través de aeropuertos y puertos. Ahí estamos trabajando con el Ministerio de Sanidad para estudiar la implantación de un proyecto piloto de realización de PCR rápidas, de 40 minutos, a las personas que nos visitan directamente en puertos y aeropuertos. Es un elemento muy importante que ponemos encima de la mesa.

Le preocupa que el turismo esté llegando a Canarias sin más control que una toma de temperatura y firmar un papel?

Por eso mismo estamos planteando al Ministerio ahondar más en las medidas actuales y establecer estas nuevas como complementarias. Es recomendable y, así, tendríamos más garantías.

El equipo saliente ha mostrado una propuesta de paga extra al personal por su contribución en la Covid-19 que ha sido muy criticada por dejar fuera al 48% de la plantilla, ¿creen posible que en próximas propuestas se integre a todo el personal aunque "toque a menos"?

El Gobierno lo que ha hecho es trasladar a los trabajadores una propuesta para todos conocida. Dicho documento ha sido recibido por los trabajadores de una manera que creen que es mejorable y que debe contemplar otros aspectos. Lo que vamos a hacer es conocer la literalidad de esas propuestas y, en función a ello, miraremos la viabilidad de las mismas.

¿Pretende mantener al resto del equipo actual de la consejería?

Nosotros lo que hemos hecho hasta el momento ha sido cubrir las vacantes que existían. Respecto al resto de responsabilidades de hospitales y otros servicios, en principio vamos a hablar con todos ellos y, en función de cómo veamos la situación, adoptaremos las medidas pertinentes

No descarta entonces hacer algunos cambios.

Todo se verá.