El portavoz del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, manifestó ayer que para el Ejecutivo la estabilidad laboral del personal sanitario "está por encima" de la polémica gratificación que propone el Ejecutivo por sus servicios durante la pandemia y en cuyo primer borrador limita a una serie de profesionales y no a todos los de la sanidad. En una rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno, Pérez comentó que el borrador que planteó antes de dejar la Consejería era una "reflexión" para mejorar la estructura del aparato sanitario de las Islas y no solo se limitaba a fijar unos abonos extra al personal -algo más de 18 millones de euros para la mitad de la plantilla del Servicio Canario de Salud-, aunque sea un hecho "más noticioso". Pérez matizó que hay que insistir, por ejemplo, en reforzar los servicios de Salud Pública y Atención Primaria y estabilizar al personal "porque no tiene coste" al tiempo que subraya que la propuesta de gratificación es similar a la de otras regiones y aún "no está cerrada".

Al respecto, Asamblea7islas advirtió ayer de la "indignación" en los hospitales por la propuesta que presentó la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias para incentivar al personal que ha estado trabajando frente a la pandemia del Covid-19 ya que el criterio es "mezquino". Así, afirman que la propuesta es "tan excluyente" que deja a muchos profesionales fuera de este incentivo cuando se trata de gratificar a todos los trabajadores "por haber estado cumpliendo su trabajo en unas condiciones muy penosas, sin material de protección, con una carga emocional brutal y sobre todo de trabajo". La organización ya ha solicitado una reunión con el nuevo consejero de Sanidad, Blas Trujillo, para que retire este "bodrio" de propuesta pues no van a permitir "que se excluya a nadie" y el criterio "debe ser igualitario para todos".