Los niños regresarán a las aulas en septiembre. Sin embargo, la emoción del reencuentro con amigos y profesores tendrán que ir aparejadas de muchas nuevas medidas sanitarias e higiénicas que no permitirán que los colegios vuelvan a ser los mismos que antaño. Este nuevo escenario al que se enfrenta el sector educativo canario apremia como nunca a la implantación de la figura de la enfermería escolar en los centros públicos, ya que el nuevo contexto requerirá no solo establecer protocolos eficaces de trazabilidad y contención de la epidemia, sino que también precisará de una figura que forme a pequeños y adolescentes en la adquisición hábitos de vida saludables para frenar la expansión de la Covid-19.

La ministra de Educación, Isabel Celaá, ya ha informado de que deberán ser los propios centros quienes se responsabilicen de la higienización y salubridad de los colegios para evitar la expansión del virus. Para ello, dispuso la creación de un "equipo Covid-19" que se vuelque íntegramente en estas funciones. Pero esta noticia no ha sido bien recibida entre los profesionales sanitarios que consideran que dejar en manos de los centros esta decisión puede derivar en una sobrecarga en el personal docente y en un incorrecto seguimiento de la pandemia.

De hecho, el sindicato de enfermería Satse entiende que esta medida supondrá que finalmente no se contrate a ninguna enfermera o enfermero para trabajar en los colegios con el riesgo inherente que puede conllevar para la seguridad sanitaria de los alumnos.

En Canarias los colectivos de sanitarios, padres y docentes llevan más de un lustro solicitando a los distintos gobiernos autonómicos la implantación de la enfermería escolar en los centros públicos de las Islas. Sin embargo, el Gobierno canario nunca ha llegado a ejecutar ninguna de sus propuestas. Lo más cerca que estuvieron de lograrlo fue durante el mandato de Fernando Clavijo (CC) -en la legislatura pasada- cuando el consejero de Sanidad, José Manuel Baltar y la consejera de Educación, Soledad Monzón, se aliaron para sacar adelante este recurso a través del programa pionero en España Nursing Now. La primera piedra de esta propuesta era comenzar con una experiencia piloto en algunos centros desde enero de 2019, que sin embargo, jamás se llegó a ejecutar.

"Es incongruente que un proyecto casi pionero se quede atrás", indicó Leopoldo Cejas, secretario general de Satse. "Con el cambio de gobierno esa iniciativa se paró totalmente", afirmó Sylvia Morales, vocal canaria de la Sociedad Científica Española de Enfermería Escolar (SCE3), que explicó que se ha remitido recientemente una guía de actuación sanitaria en centros a raíz de la Covid-19 al Gobierno autonómico liderado por Ángel Víctor Torres, con la que esperan volver a retomar el debate.

La Consejería de Educación, por su parte, que ha mantenido reuniones con distintos agentes de la comunidad educativa, va a crear una comisión para determinar las medidas a tomar con la vuelta al cole en la que tendrá en cuenta esta propuesta que, como señala, fue una de las más mencionadas durante las reuniones que el responsable interino de Educación, José Antonio Valbuena, ha tenido con más de medio centenar de colectivos.

Cejas insistió en que en el escenario actual es necesario "aprender" de los errores cometidos para garantizar la seguridad de los menores. "Se notará la diferencia entre los colegios que estén dotados de este personal y los que no", insistió, por su parte, Morales. En Canarias, la figura de la enfermería escolar se limita al ámbito privado y a "escasos" centros públicos en los que existía una necesidad imperante de cuidar y controlar, por ejemplo, a un niño pequeño con diabetes.

Consciente del importante montante al que ascendería la contratación de este personal en los colegios públicos -que dependen de los recursos que les proporcionan las distintas administraciones-, Cejas insiste en que no tendría por qué dotarse a cada centro de un enfermero. "Podría ser por zona básica de salud o por cada dos o tres colegios", insiste el secretario sindical, que remarca que, en todo caso, es vital "comenzar" para "ir avanzando poco a poco".

Pero las tornas han cambiado. La pandemia de coronavirus ha demostrado que la promoción y el cuidado de la salud dentro de las aulas es un bien que debe garantizarse a todos los niños y no solo a un grupo reducido, pues, como señalan los especialistas "tiene beneficios a corto y largo plazo" como el control de la obesidad, la mejora salud sexual y, en este caso, el evitar un contagio masivo por coronavirus en nuestras islas.