La Asociación de Inspectores de Salud Pública de Canarias (AISP) ha denunciado que carecen de los medios suficientes para llevar a cabo las labores de prevención ante la nueva normalidad sanitaria, lo cual puede suponer un riesgo para la población.

Esta asociación ha señalado que cuenta con la misma plantilla de inspectores desde el año 2000, con un inspector por cada 25.000 habitantes, cuando en el resto del territorio nacional hay de media un técnico por cada 12.000 habitantes, según ha informado AISP en un comunicado.

Los inspectores no cuentan con vehículos para desplazarse y tienen que transportar las muestras en guaguas, tampoco tienen ordenadores, oficinas ni equipamiento, según ha subrayado la asociación.

"Esta situación, muy a pesar nuestro, nos avoca a plantearnos medidas de conflicto colectivo", ha afirmado el colectivo de inspectores de sanidad del archipiélago canario.

La asociación ha recordado que durante el estado de alarma los inspectores de Salud Pública, a pesar de la necesidad de mejora de sus condiciones laborales, "han dejado las reivindicaciones de lado para dar la cara y aunar esfuerzos con el resto del personal sanitario de Canarias".

Entre otras acciones, los inspectores han llevado a cabo medidas de control frente a la Covid-19 en residencias de mayores y centros sociosanitarios y su actuación ha minimizado en la comunidad autónoma los graves efectos ocurridos en el resto del Estado, según ha asegurado AISP.

Asimismo, han acudido diariamente a todos los mataderos de las islas para evitar que se produjera un desabastecimiento de productos de origen animal, además de realizar inspecciones en supermercados, otros establecimientos de alimentación, distribuidores y transportistas, con el fin de reforzar y asesorar en materia de medidas higiénicas.