Más de 10.000 personas han donado dinero hasta sumar 200.000 euros en tan sólo 24 horas para ayudar a Marta Bustos, una joven de 24 años de Terrassa (Barcelona), que vive en Estados Unidos y está ingresada en el Harborview Medical Center de Seattle tras sufrir un accidente doméstico, en el que se quemó la cara con sosa cáustica.

La joven, que se ha quemado los ojos y necesitará un costoso tratamiento, explicó su situación el pasado jueves en un vídeo que se ha hecho viral en las redes y solicitó ayuda económica para poder pagar los gastos hospitalarios puesto que, aunque tiene permiso de residencia en Estados Unidos, carece de seguro médico.

En menos de 24 horas y gracias a la solidaridad de más de 10.000 donantes, el crowdfunding lanzado en la plataforma GoFundMe por su madre ha recaudado casi 200.000 euros, más del doble de lo que la joven tarrasense solicitaba.

"Tiene quemaduras muy severas en la cara y los ojos, y las córneas totalmente quemadas", ha explicado la madre de Marta, Anna Góngora, que, en declaraciones al Diari de Terrassa, ha explicado que su hija "ya tiene permiso de residencia pero ningún acceso a cobertura médica".

La madre, que no ha podido viajar a Seattle por la situación de pandemia, confiesa que está muy nerviosa "por la incertidumbre de como quedará Marta, que lleva ya cuatro operaciones", tras sufrir el accidente mientras fabricaba jabón y cosméticos caseros con sosa cáustica "y bajó la guardia o se distrajo".

Tras conocerse su caso, más de 10.000 personas han aportado dinero a la causa y han recaudado casi 200.000 euros, más de lo que ella misma solicitaba, que le permitirán seguir con todos los tratamientos médicos que precise en Estados Unidos y seguir disfrutando después de "volver a nacer", como ella misma reseñó en el vídeo que difundió para pedir la ayuda.

Lección

A lo largo del vídeo, Marta, muestra su gran fortaleza y se muestra con una actitud de lo más positiva en cuanto a su situación médica e incluso a la esperanzadora noticia de poder volver a recuperar la vista. Pero en un momento dado, la joven se emociona al confesar: "Confío en volver a ver el mar o en leer un libro en frente de Torredembarra".

"Se nos olvida el increíble sistema médico social que tenemos, en España. No valoramos lo que otros países no tienen". Debido a su situación como inmigrante no había tenido acceso a un seguro médico que, de tenerlo, tampoco le habría cubierto muchos aspectos.

A su difícil situación se le une la pandemia que imposibilita que su familia pueda estar junto a ella en estos duros momentos. Una joven que ha visto cómo su vida de un día para otro: "Porque bajé la guardia o por un descuido", sin querer martirizarse, le cambió la vida.