En el momento en el que la Tierra se coloque en la posición adecuada para que el hemisferio norte pueda vivir su día del año más largo, la luna se acercará furtivamente para interponerse entre su trayectoria y la del Sol. Así, en el primer día del recién oficializado verano, la ferviente luz de nuestra estrella se extinguirá durante unos minutos para iluminar el cielo con un "anillo de fuego". Esa misma noche, la luna desaparecerá y procurará a las estrellas un brillo especial, con lo que se convertirá en un momento ideal para escrutar la cúpula celeste.

Hoy, 20 de junio, a las 22:44 horas se declarará oficialmente el verano en el norte de nuestro planeta coincidiendo con el momento en el que el Polo Norte se encuentra más inclinado hacia el Sol que durante cualquier otro día de año. Concretamente el eje norte-sur de la Tierra adquiere esta noche una inclinación 23,4 grados en dirección a la gran estrella que corona nuestro sistema planetario. Esta posición, que alcanza cada año, provoca que los países situados en el hemisferio norte vivan el día más largo del año con su respectiva noche más corta, mientras que los ciudadanos que viven en el hemisferio sur, viven el día más corto del año.

No obstante, este fenómeno no se produce siempre el mismo día y a la misma hora, porque el periodo orbital terrestre no es exactamente 365 días. En realidad, la Tierra pasa girando alrededor del sol una media de 365,2425 días, una diferencia que nuestro calendario compensa añadiendo un año bisiesto cada cuatro. Por esta razón, el solsticio de verano puede no suceder en un día concreto, sino que varía entre el 20 y el 22 de junio cada año. Además, en este fin de semana, la posición del Sol no cambiará, motivo por el cual se denomina solsticio (del latín s olstitium derivado de sol y sistere, permanecer quieto).

El solsticio de verano es el momento en que, desde la Tierra, se puede ver al sol en su mayor o menor altura aparente en el cielo, dependiendo siempre del hemisferio en el que nos encontremos. El astro que nos ilumina produce así las mayores diferencias naturales entre las poblaciones de la Tierra, cambiando totalmente las estaciones. Así, aunque el hemisferio norte puede empezar a disfrutar del periodo estival, en el hemisferio sur, entra el frío y el invierno.

Primer eclipse solar del año

Este año llegada del verano estará acompañada del primer eclipse solar del año, un eclipse anular que es comúnmente conocido como "anillo de fuego", que se producirá justo un día después, el 21 de junio. El eclipse anular se podrá divisar de forma parcial desde las 4.45 horas en una franja que recorrerá África Central, la Península Arábiga, Pakistán, India y China, según cálculos facilitados por el Observatorio Astronómico Nacional (OAN). Por tanto, los cielos de España no podrán ser partícipes de este evento astronómico.

La luna ocultará todo el centro del Sol, pero su menor tamaño provocará que aún se pueda percibir los rayos que emanan de sus bordes, como si se tratara de un anillo. De ahí el nombre que recibe este fenómeno astronómico. Los eclipses anulares se producen cada año, pero raramente son visibles desde nuestro país, el último que pasó por la Península Ibérica ocurrió hace más de dos siglos y el próximo pasará en 2026. Cuando caiga la noche ese 21 de junio, la luna seguirá jugando en la cúpula celeste, escondiéndose totalmente y sumiendo al planeta en una oscura penumbra. Será también entonces el mejor momento de tumbarse a ver las estrellas.

Incluso pequeños meteoros

El día 22 y hasta el 2 de julio, harán aparición los meteoros denominados Boótidas, unas bolas de fuego lentas y brillantes procedentes del cometa 7 P/Pons-Winnecke. Se trata de un objeto que transita periódicamente por el Sistema Solar y que pertenece a la familia de cometas jovianos. El cometa tarda 6,3 años en recorrer la órbita que realiza alrededor del Sol y, aunque en algún momento estuvo mucho más cerca de la Tierra de lo que está ahora, desde 1927 se está alejando poco a poco de la Tierra. A día de hoy, su desintegración sigue dejando a su paso la lluvia de meteoros que se puede disfrutar cada verano.