Los Reyes han compartido este viernes una mañana con los niños y adolescentes que viven en el centro de acogida de Aldeas Infantiles en San Lorenzo de El Escorial (Madrid), según ha informado la organización. En la visita, han estado acompañados por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso; la Ministra de Educación, Isabel Celáa; la alcaldesa de San Lorenzo de El Escorial, Carlota López; el presidente fundador de Aldeas Infantiles SOS de España, Juan Belda; y el presidente de Aldeas Infantiles SOS de España, Pedro Puig.

Durante un primer encuentro informativo, en el centro de Aldeas Infantiles SOS en San Lorenzo de El Escorial, el presidente de Aldeas Infantiles SOS ha explicado que trabajan para proporcionar cuidados alternativos "de calidad" en un entorno familiar protector a niños que no pueden crecer con sus padres. Cuando cumplen la mayoría de edad, la organización les continúa apoyando hasta que alcanzan su plena integración en la sociedad.

La Aldea Infantil SOS de San Lorenzo de El Escorial acoge a 46 niños y niñas -de entre 5 y 17 años- que están privados del cuidado parental. La Comunidad de Madrid ostenta su tutela y Aldeas Infantiles SOS su guarda.

En los últimos años, el perfil de los niños acogidos "está cambiando". En concreto, está aumentando la edad de ingreso, que se sitúa en torno a los 13 y 14 años, y se está dando un incremento "muy considerable" en el acogimiento de menores con patologías asociadas (salud mental y discapacidad cognitiva).

Durante la visita, el director del centro, Mario Ramos, ha explicado que, los días laborables, los niños se levantan temprano, se visten, desayunan y les llevan al colegio. "Comemos todos juntos, cada uno en su casa, los niños y niñas colaboran para poner y recoger la mesa y comen en familia. Después, tras un rato de descanso, juegos o lectura, comenzamos con los deberes", ha destacado Ramos. Por la tarde, todos los niños realizan actividades extraescolares fuera de la Aldea. A su regreso, juegan, cenan y se preparan para acostarse, "como una familia normal".

El director de la Aldea ha detallado que, durante el confinamiento, han tratado, en la medida de lo posible, de "mantener rutinas y ritmos" porque" son muy importantes para ellos, en especial para los más pequeños". "Durante estos meses hemos dedicado mucho tiempo y esfuerzo a apoyarles con sus tareas escolares", ha precisado.

En un primer momento, según ha apuntado Ramos, adoptaron una serie de medidas para evitar contagios y reducir la ansiedad que la situación de confinamiento podía producir en los niños. Entre ellas, ha destacado que varios educadores, de forma voluntaria y bajo el consentimiento previo de los Servicios Sociales, se llevaron a niños a sus propios hogares con el fin de minimizar el riesgo de contagio, garantizando una atención "personalizada e individualizada".

"Además, hemos puesto todo de nuestra parte para que pudieran mantener el contacto con sus familias biológicas a través de llamadas telefónicas y videollamadas y esta misma semana hemos empezado las visitas presenciales en la propia Aldea", ha indicado Ramos.

Los jóvenes han explicado a los Reyes que, a medida que se acerca su salida de la Aldea, van planificando su proyecto de vida y, además de continuar estudiando, adquieren "habilidades y conocimientos" que les van a permitir "ser más autónomos", como aprender a cocinar, a gestionar el dinero, el tiempo o qué recursos hay en la comunidad que les pueden ser de utilidad, como becas y ayudas.

Felipe y Letizia también ha visitado el 'Hogar La Mancha', en el que viven siete niños, dos grupos de hermanos (que tienen entre 6 y 17 años) y su educadora de referencia. Ella les contó brevemente quiénes viven allí y qué hace diferente a un hogar de Aldeas, pues se trata de un modelo de acogimiento residencial "de carácter familiar, en un entorno protector en el que los niños y las niñas crecen sintiéndose cuidados y respetados".

Finalmente, en las canchas deportivas de la Aldea, los Reyes han visto una exposición de siete collages realizados por los niños durante el confinamiento, que reflejan cómo lo han vivido y qué aprendizaje se llevan de estos meses; y dos niños les han entregado dibujos.