Greenpeace ha denunciado la importación de varias empresas españolas de carne congelada procedente de la deforestación producida por la expansión ganadera en el interior de espacios protegidos de Brasil. La organización afirma que algunas de esas firmas importadoras de esta carne congelada, principalmente localizadas en Canarias, "presumen de tener entre sus clientes a las grandes cadenas hoteleras como Barceló, Iberostar o N10 Hotels".

Así lo pone de manifiesto una investigación conjunta de Greenpeace Brasil y Repórter Brasil, que, según sostiene la organización en un comunicado, "ha puesto en evidencia los vínculos entre la deforestación producida por la expansión ganadera en el interior de espacios protegidos de Brasil, las exportaciones brasileñas de carne congelada y el consumo de esta carne en los mercados internacionales, incluidos los países de la UE".

La investigación llevada a cabo por Greenpeace se centra en el Parque Estatal Ricardo Franco, un espacio protegido de 158.000 hectáreas creado en 1997 en la frontera entre Mato Grosso, en Brasil, y Bolivia, que fue originado bajo la categoría de 'protección integral'. Según el análisis, desde la creación del parque, más de 12.000 hectáreas han sido deforestadas y, en la práctica, el 71 por ciento de su área es reclamada por el sector ganadero como propiedad privada.

De las 137 granjas destacan dos de ellas: Paredão I y II, que suman más de 4.000 hectáreas, de las cuales, al menos, 2.000 hectáreas "han sido deforestadas ilegalmente".