El primer latido confirmado de un agujero negro supermasivo todavía se está fortaleciendo aún 13 años después de ser observado por primera vez. Las observaciones satelitales de rayos X detectaron el latido repetido después de que su señal hubiera sido bloqueada por nuestro Sol durante varios años. Los astrónomos dicen que este es el latido del corazón más longevo que se haya visto en un agujero negro y nos cuenta más sobre el tamaño y la estructura cerca de su horizonte de eventos: el espacio alrededor de un agujero negro del que nada, incluida la luz, puede escapar.

La investigación, realizada por NAO (National Astronomical Observatories) del Reino Unido, la Academia de Ciencias de China y la Universidad de Durham, Reino Unido, aparece publicada en la revista 'Monthly Notices of the Royal Astronomical Society'.

Los latidos del corazón del agujero negro se detectaron por primera vez en 2007 en el centro de una galaxia llamada RE J1034 + 396, que está aproximadamente a 600 millones de años luz de la Tierra. La señal de este gigante galáctico se repitió cada hora y este comportamiento se observó en varias instantáneas tomadas antes de que nuestro Sol bloqueara las observaciones satelitales en 2011. En 2018, el satélite de rayos X XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea pudo volver a observar finalmente el agujero negro y, para asombro de los científicos, aún se podía ver el mismo latido repetido.

La materia que cae sobre un agujero negro supermasivo mientras se alimenta del disco de acreción de material que lo rodea libera una enorme cantidad de energía de una región relativamente pequeña del espacio, pero esto rara vez se ve como un patrón repetible específico como un latido del corazón. El tiempo entre latidos puede decirnos sobre el tamaño y la estructura de la materia cerca del horizonte de eventos del agujero negro.

El profesor Chris Done, del Centro de Astronomía Extragaláctica de la Universidad de Durham, colaboró en los hallazgos: "La idea principal de cómo se forma este latido es que las partes internas del disco de acreción se expanden y contraen. El único otro sistema que conocemos que parece hacer lo mismo es un agujero negro de masa estelar 100,000 veces más pequeño en nuestra Vía Láctea, alimentado por una estrella compañera binaria, con luminosidades y escalas de tiempo correspondientemente más pequeñas. Esto nos muestra que las escalas simples con masa de agujero negro funcionan incluso para los tipos de comportamiento más raros".

El autor principal, el Dr. Chichuan Jin de los Observatorios Astronómicos Nacionales, Academia de Ciencias de China, dijo: "¡Este latido es increíble!. Demuestra que tales señales que surgen de un agujero negro supermasivo pueden ser muy fuertes y persistentes. También ofrece la mejor oportunidad para que los científicos investiguen más a fondo la naturaleza y el origen de esta señal de latido".

El siguiente paso en la investigación es realizar un análisis exhaustivo de esta señal intrigante y compararlo con el comportamiento de los agujeros negros de masa estelar en nuestra Vía Láctea.