Un total de 1.186 personas fallecieron en Canarias durante los cinco primeros meses del año pendientes de que se les concediera una prestación por dependencia a la que ya tenían derecho (520 casos) o de que se valorara su situación (666). Lo denuncia la Asociación de Directoras y Gerentes de los Servicios Sociales en un informe que analiza los últimos datos del Imserso sobre el Sistema de la Dependencia hasta el día 31 de mayo.

En el cómputo nacional, 24.554 personas murieron en las listas de espera: 17.139 dependientes que se les había reconocido el derecho a una prestación y no se les atendió (3.243 personas fallecidas más que en el mismo periodo de 2019, lo que supone un aumento del 23,3%) y 7.415 que habían pedido entrar en el sistema.

"Todos los indicadores del sistema indican una caída estrepitosa, registrando valores muy inferiores a los de comienzos del año", explica su presidente, José Manuel Ramírez, quien reclama "medidas urgentes para no abandonar a las 404.159 personas dependientes que están a la espera de un procedimiento y para evitar que 164 personas fallezcan cada día en el laberinto burocrático de la Ley de Dependencia".

Según datos oficiales, las tasas de variación acumulada en lo que va de año son negativas, se han registrado 34.668 solicitudes menos, se han reducido en 25.669 las valoraciones, hay 15.889 beneficiarios menos con derecho a prestación pendientes de recibirla y se contabilizan otros 11.715 beneficiarios con prestación menos.

Solo en dos comunidades autónomas aumenta el número de solicitudes desde el estado de alarma, la Comunidad Valenciana (5.203) y Canarias (2.089), mientras que donde más decrecen es en Castilla-La Mancha (-4.719), La Rioja (-779) y Comunidad de Madrid (-8.929).

Desde la última publicación realizada antes del estado de alarma, el número de beneficiarios se incrementó en Canarias (1.262), Baleares (1.126), Comunidad Valenciana (4.680) Extremadura (388), Murcia (174) y Castilla y León (25).

Por tipo de prestación o servicio, la atención residencial es donde más disminuyó, con 13.740 residentes menos que a principio de año; en la ayuda a domicilio, 6.810 usuarios menos que en diciembre de 2019, y en los centros de día la variación es de un -2,2 % con 2.099 prestaciones menos que a principio de año. Según la asociación, solo estos datos hacen que se pierdan 10.000 puestos de trabajo.