Uno de cada cinco españoles que ha ingresado en un hospital por Covid-19 ha fallecido. En Canarias, la media de mortalidad es menor (de un 13,5%) y los profesionales consideran que tiene relación con que la mayoría de hospitales en las Islas han tenido una baja presión asistencial de pacientes con Covid-19, lo que ha permitido acogerse a criterios más laxos a la hora de ingresarlos en UCI y, consecuentemente, a perder a menos por el camino.

La saturación de la asistencia y los diferentes criterios para admisión de pacientes son dos de las razones que resalta un reciente artículo en preimpresión -aún no validado por el resto de la comunidad científica- para que España cuente con una tasa de mortalidad hospitalaria por Covid-19 del 21,1%. Una cifra que, como señalan, es mayor que la de Italia en su conjunto (7,2%) y la de Wuhan (1,4%), pero similar a la de Estados Unidos (21%) y menor a la de Reino Unido (33%). Sin embargo, a tenor de estos datos, los firmantes del estudio Clinical characteristichs of patients hospitalized with Covid-19 in Spain: Results from the Clinical characteristichs of patients hospitalized with Covid-19 in Spain: Results from theSemi-Covid-19 Network, coordinado por la Sociedad Española de Medicina Interna, también hacen hincapié en que la mayor parte de los pacientes que han participado en el estudio son de Madrid, la ciudad más afectada por la crisis. Una situación que, como señalan, puede estar influyendo en el resultado final.

El estudio ha integrado los datos de 109 hospitales de toda España y aglutina los datos de 6.424 pacientes que ingresaron en dichos centros durante las primeras semanas de estado de alarma y hasta el 30 de abril. Sus conclusiones, como señala la médico internista del Hospital Universitario de Canarias (HUC) Candelaria Martín, permitirán "identificar los factores de riesgo para conocer qué pacientes van a desarrollar una enfermedad grave", pero, sobre todo, y como indica la jefa de medicina interna del Hospital Dr. Negrín, Alicia Conde, "ayudará a planificar una segunda oleada" que, sin duda, debe pasar por entender que una mejora de los resultados requiere de "disponer de recursos sanitarios suficientes".

En Canarias han participado los cuatro hospitales de tercer nivel con una cohorte de 130 pacientes, aunque poco más de un tercio (40%) pertenecen al Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria. Justamente en este centro se ha hallado que la mortalidad de los pacientes ingresados ha sido ligeramente superior a la de la media nacional.

Concretamente, como relata el jefe de la sección de enfermedades infecciosas de Medicina Interna del Hospital de La Candelaria, Marcelino Hayek, ha sido de un 15%, aunque como puntualiza "aún están en fase de ajuste". Una cifra similar al de resto los hospitales de Canarias que han recibido una proporción de pacientes menor, como el Hospital Universitario de Canarias (HUC), el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr Negrín y el Hospital Universitario Insular Materno-Infantil (Chuimi), la mortalidad de esta primera cohorte se ha situado entre el 11 y el 16%.

No obstante, los datos, como indican los cuatro investigadores, son preliminares y continuarán ampliándose durante los próximos meses, con lo cual es posible que "los casos estén infraestimados y que la mortalidad no sea tan alta", como indica Conde. Sin embargo, tanto ella como la jefa de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, Rosa Apolinario coinciden en que existe una relación entre la baja incidencia hospitalaria y el mayor porcentaje de ingreso en UCI.

"Nos llegó más tarde y mejor", insiste Apolinario, que señala que en el Chuimi el 25% de los pacientes ingresaron en la unidad de críticos. Lo mismo ocurrió en el Hospital Doctor Negrín, donde también ingresó en esta unidad uno de cada cuatro pacientes de Covid-19. Este porcentaje muestra una diferencia abismal con los datos nacionales que recoge este estudio donde se observa que, a pesar de que el 32,3% de los pacientes sufrió distrés respiratorio agudo -cuyo tratamiento es fundamentalmente la ventilación mecánica-, solo el 7,5% de ellos ingresó en UCI. Los firmantes del artículo señalan que esta gran diferencia puede deberse a múltiples factores, aunque una de las que consideran más "plausibles" es "que el sistema sanitario estuviera saturado, al menos en las regiones más afectadas del país". Para ejemplificar esta posibilidad recuerdan que muchos hospitales se reconvirtieron en plena pandemia para crear nuevas áreas de "cuidado semiintensivo".

"Aquí no se saturó, había camas de más", explica Conde. En el caso del Hospital de La Candelaria, aunque tuvo mucha más demanda que el resto, Hayek señala que " las UVI estuvieron bastante llenas durante el momento agudo, pero "nunca se colapsaron" pues siempre había "10 o 15 camas libres".

Gracias a este estudio ahora hay más datos que avalan que los hombres son los más afectados por la Covid-19. En España, el perfil de enfermo de coronavirus es el de un hombre de más de 69 años que padece hipertensión. "Estudios recientes apuntan a la posibilidad de que los hombres cuenten con más receptores ACE2 en el epitelio respiratorio y en los vasos sanguíneos", indica Marcelino Hayek. Esas proteínas son justamente la llave de entrada del virus a nuestro organismo, y, una vez ahí, infecta en dos fases diferenciadas.

En la primera el virus se reproduce rápidamente, por lo que los médicos tratan la enfermedad con antivirales, la más frecuente la combinación de lopinavir y ritonavir, que es la usada para el VIH, el SARS de 2003 o el MERS de 2012. En España, este fármaco se dispensó al 62,4% de los pacientes. Después el virus provoca una inflamación exacerbada en el cuerpo, lo que se conoce como síndrome de la tormenta de citoquinas (STC), que ha sido combatida con antiinflamatorios, como la hidroxicloroquina. Este aún controvertido fármaco se utilizó en el 85,7% de los pacientes y un reciente artículo de la Universidad de Oxford ha determinado de que "no aporta beneficios". En los últimos días también se ha llegado a la conclusión de que tampoco protege contra el virus.

El menos utilizado ha sido el remdesivir, un fármaco que en España está pautado para uso compasivo y con el que tan solo se ha tratado al 0,4% de los pacientes. "Es el más factible de todos, se estima que reduce en un 60% la virulencia y que acorta el tiempo de la enfermedad", incide Hayek. Aún sin conocer los resultados finales de este estudio multicéntrico -el mayor hasta el momento- los médicos ya tienen claro una de sus principales conclusiones: "al principio no sabíamos nada y hoy ya vamos conociendo un poco mejor al virus".